El Festival Asalto 2022 sigue su ruta por el lado Norte del Ebro para llegar a Santa Isabel | @DANIMARCOSFOTO

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El Festival Asalto 2022, fiel a su planteamiento nómada, sigue su ruta por el lado norte de Zaragoza y del Ebro para desembarcar a orillas del Gállego, en el distrito de Santa Isabel.

Esta nueva parada ha sido demandada por el propio distrito, a través de órganos representativos como la Junta Municipal y otros agentes vecinales, que comparten la visión del poder transformador del arte a través del trabajo de grandes artistas urbanos, las actividades complementarias y las conexiones entre procesos, creadores y entidades de esta zona de la ciudad.

Para hacerlo posible, Festival Asalto despliega su habitual esquema de intervenciones en diferentes espacios con la presencia de 8 artistas, nacionales e internacionales, que jugarán con el color y la abstracción a gran escala.

Los artistas son Kyle Hughes-Odgers (Australia); Zane Prater (Estados Unidos); Isabel Nieto, de Priego de Córdoba (Málaga); Noemí Calvo (Zaragoza); Lucía P. Bentancurt, alias N U L O (Uruguay); Diego Vicente, de Alagón (Zaragoza); Manuel Delgado Díaz, de Linares (Jaén); y Txemy Basualto (Chile).

También se han programado talleres, visitas guiadas, ambientación musical y una serie de acciones que se sumarán a la agenda del Espacio Asalto, que se recupera este año en el Centro Cívico de este distrito.

El distrito

Santa Isabel es un distrito periférico de Zaragoza que está separado de esta por el último tramo del río Gállego antes de su desembocadura en el Ebro. Su condición de periferia y la conectividad al resto de la ciudad salvando el cauce son algunas de las características que definen su personalidad.

Cuenta con una larga historia que se remonta a la dominación árabe
(siglo XII). Desde entonces, ha estado vinculado al cultivo de los
terrenos regados por las acequias que hoy en día aún mantienen el
itinerario original. Algo que ha favorecido después la implantación de importantes industrias en el entorno.

En los años 70 del siglo XX, al igual que en otros tantos distritos, es cuando Santa Isabel empieza a experimentar un crecimiento típico del desarrollismo urbanístico de la época, lo que genera su gran transformación, con la construcción de mastodónticos edificios en paralelo a la implantación del polígono industrial de Malpica.

Esta transformación vive una nueva época a comienzos del 2000, cuando el estilo de vida demandado propició la puesta en marcha de promociones inmobiliarias de viviendas adosadas. Con la celebración de la EXPO 2008 sufre una importante reconfiguración y cuenta en la actualidad con más de 13.400 habitantes.

Santa Isabel conserva su tipología de origen rural y su carácter y
espíritu de asociacionismo. Es uno de los barrios con la edad promedio más joven de la ciudad (38 años) y renta media.