El arquitecto Oscar Tusquets, en la presentación de la exposición pictórica 'Cossos, ciutats, interiors' | Europa Press - EUROPA PRESS

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El arquitecto barcelonés Oscar Tusquets Blanca hace un recorrido por su trayectoria pictórica en una exposición antológica con 200 piezas en Espais Volart de Barcelona: «Hay una expresión de mis amores. Ninguna de las obras critica», ha asegurado este jueves en la presentación.

La exposición 'Cuerpos, ciudades, interiores', que se podrá visitar hasta el 15 de enero, reúne óleos, dibujos, acuarelas, esculturas, joyas y objetos, huyendo de un planteamiento cronológico y mostrando los intereses del artista.

Tusquets (Barcelona, 1941) ha asegurado que cuando le plantearon desde la Fundació Vila Casas hacer la muestra de su obra quiso hacer un pintor no de un arquitecto que pinta: «No hay ninguna referencia a arquitectura», ha añadido.

La obra de Tusquets es constante y abundante --un tercio de las obras exhibidas proceden de colecciones privadas--, la ha afrontado con una sólida formación académica y se ha caracterizado por la libertad: «He cambiado muy poco la manera de pintar», ha admitido.

La exposición, que se inicia con una serie de siete autorretratos, se estructura en diez secciones, cada una de ellas con una temática diferente, desde las ciudades Barcelona y Benidorm, interiores, su familia, sueños y cuerpos.

Una de las secciones reúne los dibujos, acuarelas y óleos que Tusquets dedicó a Anna Bohigas Gurgui (1946-1984), su segunda mujer, que falleció prematuramente a causa de un tumor cerebral.

La muestra también recoge su interés y fascinación por la ciudad de Benidorm, que ha definido como «un invento urbanístico para la necesidad del turismo masivo», así como también por Barcelona, dos urbes que ha pintado por amor.

En la sección Hot Days, Tusquets se aparta de su estilo habitual y crea momentos para plasmarlos en forma de postales de la imaginación, que evocan un estilo irreal y decadente.

El director de arte de la Fundació Vila Casas, Àlex Susanna, ha remarcado que la pintura es la vocación más desconocida e íntima de Tusquets y la ha definido como una «forma de autobiografía» de los últimos 50 años, que no dejará indiferente.