Tremosa ve poca ambición del Govern en energías renovables y le pide el mismo liderazgo que Aragón

Lo ha dicho en una entrevista de Europa Press este miércoles con motivo de la publicación del libro 'Energia sobirania. Com Catalunya pot ser autosuficient en energia renovable' (Pòrtic), junto al coautor Jaume Morron.

En el libro, publicado este octubre, apuestan por el despliegue «masivo» de energía eólica y fotovoltaica, complementada con centrales hidroeléctricas reversibles de bombeo --que servirían como 'baterías' cuando haya poca producción--, para que Catalunya pueda cumplir con los objetivos de emisiones y sea sostenible energéticamente.

Renovables en catalunya

Actualmente, la generación de energía renovable en Catalunya representa el 20% del total y la nuclear aún supone el 50%, mientras que las energías renovables en toda España y otros países generaban en 2021 del 30% al 50% de toda la electricidad producida.

«Hemos hecho este libro para combatir la cultura del 'no' y hacer ver los costes infinitos y crecientes de seguir bloqueándolo todo, y para poner en valor las ventajas comparativas que tenemos», ha dicho el también exeurodiputado.

Ha lamentado que en Catalunya «hay una cultura del 'no a todo' muy activa» que tiene una sobrerrepresentación en los medios de comunicación, así como grandes partidos en Catalunya que están acomplejados por esta cultura del 'no".

«Es muy cómodo estar en los dos lados de la pancarta. Si miras la próxima generación, ¿qué harás? Liderar quiere decir dejarse plumas, quiere decir bajar a la era y decir 'señores, tenemos que hacer centrales reversibles'. Tenemos que hacer la eólica marina'. Y no 500 MW, no, tenemos que hacer de 2 GW», ha añadido.

'mats' desde aragón

Tremosa advierte de que, si Catalunya no despliega rápido las energías eólica y fotovoltaica, la energía renovable de la que se tendrá que nutrir Catalunya llegará de las líneas de Muy Alta Tensión (MATs) que se están planificando en Aragón.

Por el momento, hay hasta cinco MAT proyectadas para transportar la energía entre Aragón y Catalunya, que sumarían 500 kilómetros y que estarían formadas por torres de alta tensión de 80 metros de altura.

Todo ello, han advertido los coautores, puede comportar que industrias intensivas en energía quieran ir a donde están los molinos eólicos para evitar costes de transporte, lo que supondría una pérdida de capacidad industrial para Catalunya.

El "último tren"

Tremosa ha advertido de que las eléctricas reversibles «pueden ser el último tren» y se ha preguntado textualmente si Catalunya quiere convertirse en una isla fósil en medio de una Europa electrificada en su totalidad.

Morron y Tremosa defienden que estas centrales suponen un aumento de la eficiencia y de las prestaciones de la infraestructura porque, en el ciclo de bombeo reversible, la energía hidráulica es eficiente entre un 73% y un 74%, mientras el resto de energías aprovechan entre el 24% y el 65%.

Tremosa ha puesto como ejemplo la posibilidad de realizar una interconexión con Francia a través del antiguo túnel de Vielha (Lleida), que serviría para generar hasta 2,8 GW aque se podrían lograr en el pantano de Baserca si se amplía el bombeo actual hacia el de Llauset --que ofrece 221 MW actualmente-- y se complementa con otro bombeo con el de Cavallers, a solo 5 kilómetros.

No esconder "el drama"

Morron ha defendido que el libro no es pesimista porque aporta muchas soluciones: «Es crudo con la descripción de los hechos. No esconde el drama debajo de la mesa».

Ha explicado que Catalunya hizo un arranque muy fuerte en renovables pero se paró y le cuesta volver a arrancar porque «ha estado instalada mucho tiempo en una zona de confort» al estar equilibrada en la generación de electricidad a través de la energía nuclear.

«La transición no puede ser de Liliput. Necesitamos generación renovable masiva», ha añadido Morron, y ha señalado que, de este modo, Catalunya se aseguraría tener soberanía energética.