Archivo - Personal investigador en las instalaciones de la Fundación Progreso y Salud, archivo | JUNTA DE ANDALUCÍA - Archivo

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La Fundación Progreso y Salud, entidad dependiente de la Consejería de Salud y Consumo, ha integrado dos de sus áreas de trabajo en la recién constituida Plataforma de Medicina Computacional del Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA), destinada a la investigación de las enfermedades desde la perspectiva de la ciencia de datos.

La Junta ha explicado a través de un comunicado que se trata de una plataforma destinada a apoyar y promover la innovación en el manejo del big data biomédico dentro del sistema de salud, incluyendo áreas de trabajo como la genómica, la imagen médica y los datos clínicos con la idea de favorecer una medicina más personalizada que mejore y optimice la atención al paciente y haga más sostenible al sistema sanitario público.

La Plataforma de Medicina Computacional está liderada por Joaquín Dopazo, hasta ahora director del Área de Bioinformática Clínica de la Fundación Progreso y Salud. Se estructura en cuatro líneas de trabajo: desarrollo de aplicaciones biomédicas; sistemas inteligentes y ciencia de datos; bioinformática traslacional; y big data; todas ellas trabajarán en sinergia desde distintas perspectivas sobre los datos que se producen en el sistema de salud, principalmente datos genómicos, clínicos y de imagen médica.

El fin último es desarrollar nuevas vías para mejorar el diagnóstico, pronóstico y la decisión del tratamiento, promoviendo así una medicina de precisión, sostenible y equitativa.

«El efectivo manejo de los datos generados en el sistema de salud ofrece un enorme potencial en el abordaje de las enfermedades», ha asegurado Dopazo, explicando que «la población de Andalucía es mayor que la de 30 países europeos, lo que permite que su Base Poblacional de Salud, una de las bases de datos clínicos mayores y más detalladas del mundo, almacene ya una cohorte acumulada de más de 13 millones de pacientes».

«Con la Plataforma de Medicina Computacional podremos abordar el estudio del dato clínico de una forma integral, maximizando el conocimiento que se puede obtener», ha recalcado, concluyendo que «dicho conocimiento revierte directamente aumentando la precisión de nuestra medicina a través de nuevos biomarcadores, sistemas de soporte a la decisión clínica, entre otros; lo cual redunda en una mayor personalización de la medicina y una mayor sostenibilidad del sistema de salud».