El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, en la presentación del informe sobre infancia y adolescencia 2021 | Europa Press - EUROPA PRESS

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El Defensor de la Infancia de Andalucía, Jesús Maeztu, ha advertido este viernes que «muchos problemas» de salud mental comienzan en la adolescencia, subrayando que el suicidio es una de las tres causas principales de muerte en este colectivo. Así, ha exigido un plan específico para la prevención del suicidio en la población infanto-juvenil, «con entidad propia y medidas claras y consensuadas».

Así se ha manifestado Maeztu en la presentación del Informe de la Infancia y la Adolescencia 2021, que ha entregado al presidente del Parlamento de Andalucía, Jesús Aguirre, en el que analiza y propone medidas sobre la situación de este colectivo en la comunidad autónoma, que representa el 20% de la población andaluza.

El Defensor de la Infancia ha recalcado que otras comunidades autónomas «como Castilla-La Mancha, Valencia o Cataluña» ya cuentan con un plan específico para la prevención del suicidio en los jóvenes. «Andalucía debe tener este plan y debe disponer de presupuestos y recursos para implementar las medidas necesarias para su control», ha apostillado.

Maetzu ha advertido sobre los «déficits» en la atención prestada a niños y adolescentes con problemas de salud mental y ha pedido «actuaciones ineludibles» por parte de las administraciones públicas".

En esta línea, ha explicado que los problemas de salud mental durante la adolescencia suelen ser precursores de varios comportamientos de alto riesgo, tales «como conductas autolesivas, consumo de sustancias nocivas; comportamientos sexuales de riesgo y exposición a la violencia, cuyos efectos persisten y acarrean graves consecuencias durante toda la vida».

«La demanda de atención a la salud mental de la población, singularmente la infantil y juvenil, »se ha diversificado y ha crecido de manera notable, y hemos de lamentar que a un ritmo más acelerado que lo ha sido la dotación de nuevos recursos", ha subrayado.

En este sentido, Maeztu ha insistido en luchar contra el estigma de la salud mental y ha demandado medidas de sensibilización y educación para promover el conocimiento de las enfermedades mentales en este tramo de edad.

El Defensor ha exigido un sistema de información que permita conocer «la realidad y magnitud del problema», debido a la escasez de datos en Andalucía. Asimismo, ha propuesto un incremento de las medidas de prevención y detección precoz de la enfermedad en las personas menores de edad, incluyendo el ámbito educativo.

Ha apuntado la urgencia de aumentar los recursos de atención para atender las patologías mentales, tanto a nivel hospitalario como también en Atención Primaria y, además, ajustar el número de plazas hospitalarias y seguir desarrollando programas de hospitalización de día y domiciliaria para casos seleccionados. «Esta adecuada dotación de recursos y medios contribuiría a frenar otro de los males endémicos que padece la atención a la salud mental infanto-juvenil: la prevalencia de los tratamientos farmacológicos frente a los asistenciales», ha apostillado.

Por ello, el Defensor ha reclamado un incremento de las plantillas de Psicólogía y Psiquiatría del Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA), que «evite la saturación de los recursos», tanto en Atención Primaria como en la Atención Especializada, de manera singular en las Unidades de Salud Mental Infanto Juvenil, que haga posible que cada menor pueda recibir la atención psicosanitaria con la frecuencia que precise.

También ha considerado necesario impulsar Programas de Acompañamiento Terapéutico a las familias con apoyo domiciliario y tutoría de menores orientada a los casos con problemática familiar grave, dificultades escolares derivadas de problemas de salud mental y desajustes emocionales entre los miembros, así como favorecer la creación de programas de respiro familiar en períodos cortos de descanso de sus progenitores.

Más atención para el alumnado con necesidades especiales

En el ámbito educativo, el Defensor ha aplaudido que «se ha superado el Covid y se ha salvaguardado la presencialidad en las aulas», aunque ha recalcado que «los niños con necesidades especiales necesitan más atención en los centros educativos». Ha remarcado que hay 60.000 alumnos aproximadamente con necesidades educativas especiales, lo que representa un 0,6% del alumnado.

También ha remarcado que la tasa de abandono escolar temprano en Andalucía se sitúa en un 22%, una cifra superior a la media nacional, situada en un 16%. «La tasa bruta de graduados en Andalucía es más baja que en el resto de España», ha añadido.

3,2% de denuncias por violencia sexual

De otro lado, Maeztu ha hecho hincapié en la «escasa visibilidad» que tiene la violencia sexual a niños y adolescentes en la sociedad andaluza. .

En este sentido, ha detallado que el Sistema de Información sobre el maltrato Infantil en Andalucía (Simia) registró en 2021 9.346 notificaciones por maltrato, de las que solo un 3,2% eran por casos de violencia sexual.

En este punto también ha puesto de relieve el incremento en el número de denuncias por maltrato, ya que la cifra de 2021 es un 51% superior a la del año anterior.

Sobre la «justicia climática», el Defensor ha destacado que los problemas ambientales «inciden en la salud mental de los más jóvenes». A este respecto, ha anunciado una jornada el próximo 30 de noviembre en Sevilla junto a Save The Children en la que se abordará el impacto de los problemas ambientales en la infancia.