Juliette Binoche asegura que "el recorrido iniciático" es lo que le interesa en la interpretación como actriz. | Raúl Terrel - Europa Press

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Juliette Binoche, que recoge esta noche el primero de los Premios Donostia que el Festival de San Sebastián otorga en su 70 edición, ha asegurado que «el recorrido iniciático» que se produce a la hora de abordar un papel es lo que le interesa en la interpretación como actriz. La artista francesa ha considerado, además, que «hay que saber decir no y rechazar papeles».

Binoche, que ha comparecido en rueda de prensa junto a la directora Claire Denis para la que protagoniza la película 'Fuego', ha asegurado que está «encantada» de que sea la directora Isabel Coixet, realizadora con la que ha trabajado en 'Nadie quiere la noche', la que le haga entrega esta noche en el Kurssal del Premio Donostia.

Así, ha señalado que «admira profundamente» a Coixet, a quien ha definido como «inteligente, rápida, muy culta». «Es una persona a la que le gusta coger el toro por los cuernos, a quien admiro y quiero», ha manifestado.

La intérprete francesa, que también es la imagen del cartel de la edición de este año del certamen donostiarra, ha asegurado que no tiene «una visión de conjunto» del cine, porque es «una mujer sobre el terreno, que busca en si misma y confronta con un guión», y ha considerado que lo que queda del cine de los años 80 y 90 «son las mejores películas», pero «en la historia de cualquier arte se hacen ensayos y todo se destila» por lo que con las obras actuales sucederá lo mismo.

Binoche ha explicado que cuando interpreta nunca «juzga» los papeles sino que trata de «amar el papel», y busca que «en el guión haya una evolución, un recorrido interior que lo haga más humano». «El recorrido iniciático es lo que más me interesa en la interpretación como actriz», ha subrayado.

Así, ha recordado que ha trabajado en su carrera con «verdaderos artistas», entre los que ha citado a Claire Denis, de la que ha destacado que «sabe mirar». En ese sentido, ha explicado que es «precioso» poder sentir que la cámara «te está viendo» y no únicamente está colocada en un punto, ya que es algo que «no sucede en todos los rodajes».

Preguntada por si hay menos papeles para actrices maduras, ha asegurado que ella no lo siente así, ya que no le faltan trabajos quizá porque tiene «mucha suerte» o por su relación con muchos directores. No obstante, ha admitido que otras actrices «sí lo sufren».

A su juicio, hay veces que «hay que decir no al cine codificado». De este modo, ha señalado que en ocasiones, sobre todo en EEUU, ha dicho «no a ser la esposa de». Por ello, ha insistido en que «hay que saber rechazar papeles» para «no entrar en un sistema donde se nos ve solo de una manera. Hay que saltar a lo desconocido, saltar de los códigos machistas».

Juliette Binoche ha avanzado que, tras terminar la serie que está rodando, tiene pendientes proyectos, entre otros con Umberto Passolini para el que interpretará a Penélope en un filme sobre el retorno de Ulises.

En cuanto a si desearía convertirse en realizadora, ha asegurado que tiene «demasiada suerte como actriz» como para plantearse ser directora. «De momento no creo, hago demasiadas cosas», ha aseverado.

Preguntada por su experiencia con el recientemente fallecido Jean Luc Godard, ha señalado que en la película que rodó con él descubrió que «un realizador no es necesariamente una persona que va a ayudarte» y fue como «una ducha fría».

A pesar que de no fue «una relación fácil», Binoche recuerda que se sentía «feliz y emocionada» trabajando para el cineasta galo, y aprendió que «no es el patio del colegio, que hay que ser responsable». «No fue nada fácil trabajar con él», ha añadido.

Claire denis

Por su parte, Claire Denis, cuya película 'Fuego' aborda una relación entre los personajes de Binoche y del actor Vincent Lindon, ha considerado que la madurez «es una cualidad» y no debe ser un obstáculo para una intérprete. «Cuando filmaba a Juliette veía su belleza como algo más profundo, veía su fuerza y es lo que resplandece en ella», ha añadido.

La cineasta francesa ha lamentado que «esa idea de juventud vinculada al deseo es algo triste, algo que me da pena, como si hubiera muerto la sensualidad y el deseo».