En su debate con el portavoz de Vox en la sesión de control del Pleno del Parlamento, Moreno ha manifestado que efectivamente quiere ser «continuista» porque las políticas que su Gobierno desarrolló en la anterior legislatura han tenido un amplio respaldo de los andaluces en las urnas.
«Vamos a ser continuistas. Continuista en las reformas, bajando impuestos, simplificando trámites administrativos, apoyando al sector agrario y a la industria, atrayendo inversión extranjera y defendiendo los intereses de Andalucía por encima de otro interés», ha sentenciado Moreno.
Ha añadido que todo apunta a que se va a vivir una intensa desaceleración económica en España que puede llevar a una recesión y ante ello, su Gobierno va a poner todos los medios a su alcance para tratar de evitar esa recesión y que se siga creando empleo y se mantenga el tejido productivo.
El principal objetivo, según ha dicho, será apoyar a las familias andaluzas, bajando la presión fiscal y con unas políticas sociales que tienen que ser escudo para las personas sin recursos o que no encuentran una oportunidad.
Otro objetivo será seguir consolidando los servicios públicos esenciales y, al mismo tiempo, haciendo crecer la economía. Ha indicado que se está trabajando en paquete de reformas en el ámbito fiscal, que van a ser de las más importantes de España, para que Andalucía sea objetivo de la inversión de empresas a nivel nacional e internacional.
El presidente ha expresado que gobernar «es complejo» porque hay que tomar decisiones difíciles y que pueden desgastar, pero esas «decisiones las toma uno pensando en desgastarse uno mismo para no desgastar a los andaluces».
Por su parte, Manuel Gavira ha manifestado que Andalucía no tiene ni un segundo que perder, con lo que la cortesía de cien días al nuevo Gobierno andaluz «no tiene mucha razón de ser». Ha dicho al presidente que su agenda reformista no puede ser bajar un «pelín impuestos y un poquito la simplificación administrativa y trámites burocráticos».
Para Gavira, el reformismo de Moreno no ha llegado a la atención sanitaria en Andalucía ni tampoco a la creación de empleo, sino que más bien hay un «continuismo con lo que pasaba anteriormente con los socialistas».
Ha indicado que el «reformismo a peor» es cuando se decide aumentar el número de consejerías y crear una comisión delegada de la agenda 2030
Ha añadido que además los andaluces tienen que sufrir los actos políticos del Gobierno de Pedro Sánchez, que está «empeñado en destruir la poca prosperidad» que tenemos los andaluces y «traernos ruina, despilfarro e inseguridad», lo que cala en las regiones «más vulnerables», como es el caso de Andalucía.
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