Archivo - El difunto exdirector general de Trabajo Francisco Javier Guerrero en la Audiencia de Sevilla | María José López - Europa Press

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La Sección Primera de la Audiencia de Sevilla ha suspendido finalmente el juicio fijado para los días 5, 9, 14, 15, 16, 23 y 30 de este mes, respecto a la pieza separada de la macrocausa de las ayudas autonómicas para expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos y subvenciones arbitrarias, correspondiente a los casi 1,5 millones de euros concedidos por el que fuera director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero a su exchófer Juan Francisco Trujillo, toda vez que parte del dinero habría sido supuestamente destinado a cocaína, copas y antigüedades.

En una providencia emitida este mismo viernes por la Sección Primera de la Audiencia, difundida por la Oficina de Comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y recogida por Europa Press, dicha instancia da cuenta de que este pasado jueves era recibido un escrito comunicando la renuncia de la procuradora y la abogada de la antigua Vitalia S.A., incluida en el juicio y contra la que la Junta de Andalucía formuló acusación como responsable civil a título lucrativo.

Se trata, según la Sección Primera de la Audiencia, de una «circunstancia sobrevenida que impide la celebración del juicio», por lo que dicha instancia ordena suspender la vista para «señalar nuevamente el juicio a la mayor brevedad», una vez la antigua Vitalia S.A. cuente con nueva representación jurídica.

Además, pide al Colegio de Abogados que nombre letrados de nueva designación por el turno de oficio, para que asuman la defensa de las entidades Iniciativas Sierra Morena S.L., Lógica Estratégica Empresariales S.L. y AVE Nueva S.L., que afrontan el juicio como responsables civiles, al no constar representación de las mismas y haber «denegado» el Colegio la designación de letrado según la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita.

La causa se dirigía inicialmente contra Francisco Javier Guerrero, ya fallecido en octubre de 2020; Juan Francisco Trujillo; el administrador de una de las empresas del exchófer, Isidoro Ruz Espigares; y contra el que fuera directivo de Vitalia Antonio Albarracín, este último ya condenado por la pieza separada relativa a las subvenciones autonómicas concedidas a la empresa de Dos Hermanas Aceitunas y Conservas (Acyco).

De cara al juicio, recordemos que la Fiscalía Anticorrupción ha pedido 14 años de cárcel, 30 años de inhabilitación y el pago de una indemnización de 1.475.028,01 euros para el exchófer de Guerrero, mientras que solicita seis años y tres meses de cárcel para Isidoro Ruz Espigares y seis años de prisión para Albarracín.

"falsos proyectos de inversión"

La Fiscalía relata en su escrito de acusación que Guerrero y Trujillo, «personal laboral fijo de la Junta con categoría de conductor, asignado» al primero, a fin de «poder disponer para ellos de parte de los fondos públicos» que tenía a su disposición la Dirección de Trabajo con cargo a la partida presupuestaria 31L, «idearon inicialmente la constitución» de sociedades mercantiles «para que recibieran cantidades para financiar falsos proyectos de inversión».

Al hilo, precisa que estas sociedades eran Lógica Estratégica Empresarial e Iniciativas Turísticas Sierra Morena, añadiendo que Guerrero, «sin que conste ninguna solicitud de ayuda» por parte de ambas empresas y «sin la tramitación de expediente administrativo alguno», suscribió el 5 de febrero de 2004 un documento en el que certificaba que se había concedido sendas subvenciones de 450.000 euros a dichas empresas.

En ambos casos, y «para poder allegar» los 900.000 euros de fondos públicos a estas mercantiles, Guerrero suscribió el 16 de febrero de 2004, redactado por él mismo, un convenio de colaboración con el antiguo IFA para encomendarle el pago de la ayuda en el que, «a sabiendas de su falsedad», se recogía que el 5 de febrero de 2004 habían presentado ante la Dirección de Trabajo la solicitud de ayuda, plan de inversiones y de viabilidad, así como que la documentación acreditativa obraba en poder de dicha Dirección General.

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Asimismo, asevera que Guerrero y Trujillo, «de común acuerdo y con ánimo de ilícito enriquecimiento, decidieron» que Isidoro Ruz Espigares presentara como promotor ante la Dirección de Trabajo un proyecto, «sin fecha», para el emplazamiento de una granja avícola, «en el cual, como financiación de la inversión, se disponía de una subvención de 450.000 euros».

"sin competencia legal"

De este modo, y «sin la tramitación de expediente administrativo alguno», Guerrero suscribió el 5 de febrero de 2004 un documento en el que certificaba, igualmente, que se había concedido dicha ayuda a la empresa de Isidoro Ruz Espigares, Ave Nueva S.L., para lo cual también suscribió un convenio de colaboración con el IFA.

Anticorrupción afirma que, en la tramitación del pago de estas cantidades como ayudas o subvenciones a las tres sociedades mencionadas, «se ha prescindido total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido, concediéndose por Guerrero sin competencia legal para ello».

A su juicio, el importe de 450.000 euros de cada una de las «supuestas» ayudas fue fijado «de propósito» por Guerrero «para evitar» que, conforme a la normativa reguladora de las competencias del Consejo Rector del IFA, este órgano las aprobase.

La Fiscalía añade que Trujillo, como persona autorizada en las
cuentas bancarias de las tres sociedades, «dispuso» del total de 1.350.000 euros transferidos por IDEA «como si de una caja única se tratara, no ejecutando ninguno de los proyectos de inversión ni contratando el personal que se recogía en las memorias o proyectos que se aportaron para de forma engañosa justificar la concesión de las ayudas».

Compra de fincas rústicas

Todo ello, además, «siendo evidente que en ningún caso las tres sociedades se constituyeron para iniciar una actividad , sino para canalizar para disposición de los encausados fondos públicos de la Junta de Andalucía», asegura la Fiscalía, que agrega que, con estas ayudas, el exchófer de Guerrero «financió compras de inmuebles y fincas rústicas, bien para su uso bien con fines especulativos».

Asimismo, y según la Fiscalía, Trujillo entregó a su esposa 24.000 euros para que adquiriera una finca. De su lado, y con los fondos transferidos a estas tres empresas por IDEA, Guerrero «recibió entregas de efectivo, antigüedades, un equipo de navegación para su vehículo oficial, invitaciones en restaurantes y locales de copas y entregas de cocaína por parte de su chófer», todo ello «sin que se haya podido cuantificar su importe pero constituyendo éste un porcentaje importante de éstos fondos».

La Fiscalía concluye que el destino que los encausados dieron a los fondos percibidos «supuso no sólo una merma importante en la disponibilidad presupuestaria para atender la finalidad del programa 3.1L --ayudas sociolaborales y a empresas en situación de crisis--, sino también un grave perjuicio a la actividad a desarrollar por la administración de la Junta ante las ciertas, concretas y singulares situaciones de crisis socioeconómica de la comunidad autónoma, privando a empresas andaluzas, en situación real de crisis, de concurrir y acceder a estas cantidades».

En el escrito de acusación, agrega que, en abril de 2007 y «al no disponer de liquidez para poder atender» todos los gastos reflejados anteriormente, Guerrero y Trujillo contactaron con Antonio Albarracín para que, figurando como tomadora la Dirección de Trabajo, se preparara una póliza de seguros en la cual debía de figurar como persona asegurada y beneficiaria de la misma Estrella Blanco, madre de Trujillo.

Así, Trujillo «imitó» la firma de su madre, que recibió en su cuenta bancaria 120.028,01 euros y que, «ajena a todo lo expuesto, hacía reintegros de estas cantidades entregándoselas a su hijo, el cual las empleaba para seguir atendiendo gastos propios y las entregas en efectivo, invitaciones y compra de cocaína» para Guerrero.