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El gerente de Avanza-Zaragoza, Guillermo Ríos, ha pedido «valentía» al comité de empresa para cerrar el convenio laboral del que ha destacado la oferta económica de la dirección con subidas salariales de más del 15 por ciento.

El último documento que han entregado al comité a finales de julio recoge subidas salariales que de 2020 a 2024 pueden ser de hasta el 16 por ciento en función del tramo y los trienios. «El salario bruto al final del convenio respecto a inicio para la mayoría de los trabajadores estaría por encima de 40.000 euros anuales», ha sintetizado Guillermo Ríos.

En declaraciones a Europa Press, Guillermo Ríos ha explicado que después de esta última oferta de la dirección de Avanza-Zaragoza, el comité «tendría que reflexionar» y ha estimado que es preocupante que lejos de reflexionar sigan como si no hubiera pasado nada en julio y con una reivindicación económica que no se ajusta a ninguna capacidad que se pueda asumir y eso es lo preocupante".

Desde que las negociaciones en el SAMA concluyeran el pasado mes de julio, durante este mes de agosto no ha habido reuniones formales, pero «sí encuentros o comunicaciones y algún encuentro en la sede --cocheras-- con algunos representantes sindicales para ver de qué manera se desatasca la situación», ha informado.

Guillermo Ríos ha argumentado que la oferta de la dirección se mantenía hasta el 31 de julio y «no es una fecha gratuita o caprichosa», ya que a medida que pasan las semanas con los paros parciales tiene una repercusión en el servicio, a los usuarios, los trabajadores y la empresa, ha enumerado.

Referéndum

«Por tanto, si la dirección deja de percibir un dinero no se podrá repercutir y a medida que los paros avancen también tiene sus consecuencias», concepto que en este año ha afectado en más de medio millón de euros y en reuniones más de 250.000 euros. «Ese dinero se ha volatilizado, no se ha podido ni ofrecer ni considerar, se ha perdido por lo que la oferta se tiene que adaptar según avance la situación», ha precisado.

Asimismo, ha dejado claro que el objetivo no es hacer reuniones, sino resolver un problema. «Las reuniones no son el fin en sí mismas y ese es el problema que percibimos». En este sentido, ha comentado que en julio se han realizado entre 3 y 4 reuniones semanales en el SAMA, pero «eran para cerrar el convenio, no para estar todo el día reunidos».

Ha lamentado que el comité rechazara una oferta «firme» que recogía un plan de igualdad y económico «muy competitivo» y que, además, no la sometieran a referéndum y «eso es grave» mientras piden a los trabajadores que sigan los paros parciales en agosto.

Por ello, ha incidido en que el comité valore la oferta de la empresa que «no da lugar a interpretación porque hemos sido claros, es sencillo de ver y no hay discusión». La oferta salarial de la empresa --ha insistido-- «está por encima del 15 por ciento».

A su parecer, la postura del comité «no es acertada y no es consciente de la realidad» al argumentar que la oferta de Avanza-Zaragoza atañe a salarios «muy por encima de la media de Zaragoza y del sector y si se compara con cualquier oficio la media está por encima de 40.000 euros brutos anuales».

"luchas sindicales internas"

La fecha de la oferta, ha señalado, no es caprichosa, sino que a medida que pasan los meses las circunstancias cambian, hay que calcular y ver hasta donde se puede llegar. La oferta tiene que ser «realista y garantizar la viabilidad del servicio y la que hemos trasladado iba más allá de lo medianamente razonable y prudente».

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Para Guillermo Ríos esta situación de falta de acuerdo obedece a las «luchas sindicales internas» y el actual comité «no se atreve a someter la oferta a referéndum entre la plantilla mientras les dicen que sigan los paros en agosto». «Se juega con los trabajadores, la empresa y la ciudad por unas tensiones sindicales», ha sintetizado.

Respecto a la petición del comité para que intervenga la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Aragón, Ríos ha informado de que no tiene comunicación oficial, pero «cualquier ayuda será bienvenida», ha apostillado.

No obstante, ha querido dejar claro que «no es un problema de mediadores, sino que atañe a comité y a la dirección de la empresa, y mientas el comité quiera alargar este problema se podrá utilizar la fórmula que sea, pero es un problema de dos partes», ha zanjado.

«Ahora --ha relatado-- tienen una oferta económica firme sobre la mesa y un articulado casi cerrado del plan de igualdad, pero con todo eso no tuvieron valor de cerrar el convenio. Tienen que asumir que hay una sección sindical minoritaria que les criticará siempre».

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza, ha explicado, la implicación ha sido directa en todo momento y todo el verano ha habido comunicación para ver vías de solución, pero «se es consciente de que se tiene que resolver entre el comité y los trabajadores, al tiempo que se insta a la dirección a acometer el esfuerzo máximo y buscar una fórmula de resolución para un asunto entre dos partes».

Asunto de dos

Al respecto, Ríos ha recalcado que hay que alcanzar la solución entre las dos partes y «no pretender que un tercero la busque». Por ello, ha apremiado al comité a «ser valiente y asumir su responsabilidad».

Cerrar un convenio --ha expuesto-- es un ejercicio de «responsabilidad y cuando la tienes se tiene que ejercer. El precio de que te van a criticar algunos, como ya se sabe que lo harán pase lo que pase y en la casa lo saben los trabajadores, no hay que tener miedo». «A nadie le sorprenderá porque es su 'modus operandi' y en la negociación han intentado criticar para que el actual comité se echara para atrás. No se deberían dejar sorprender», ha considerado.

Ríos ha apremiado al comité a pensar en lo «mejor» para la ciudad, los clientes, los trabajadores y la empresa, para aceptar una oferta que «es viable y que ofrece estabilidad en lugar de centrare en el problema de equilibrios de fuerzas sindicales que no ayuda a resolver la situación».

En tono enfático ha recordado a los trabajadores: «Nos debemos a los clientes y lo que les perjudique nos perjudica a todos». Por ello, ha opinado que la estrategia de paros y huelga perjudica al cliente, es malo a largo plazo y más después de una pandemia en la que ese intenta recuperar el nivel de usuarios. «Tienen una mirada muy corta porque al final todo depende de los usuarios».

Asimismo, ha abundado en que la estrategia única de paros «es mala» para los trabajadores porque si no se llega a un acuerdo no se sube el salario.

«No se habla de despidos, ni de rebajar el sueldo, sino de subirlos hasta por encima del 15 por ciento. La realidad es el bruto que se cobra por el trabajo y si se compara con cualquier oficio están muy por encima de la media en Zaragoza y lo incomprensible es que ofreciendo esos salarios se mantengan los paros y no se firme el convenio porque la lógica lleva a firmar y así consolidar condiciones salariales y laborales», ha concluido.