Los scouts de Griébal despiden su temporada de verano con un acto de agradecimiento al Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe. | AYUNTAMIENTO DE AÍNSA-SOBRARBE

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Los 200 jóvenes alojados en el Centro Scout de Griébal han acudido este fin de semana a la Plaza Mayor de Aínsa para despedir la temporada de verano y agradecer al ayuntamiento la buena acogida y predisposición que cada año disfrutan, tanto por parte de esta institución, como por la de los habitantes y empresarios del municipio.

Durante la última semana, han acudido a Griébal jóvenes de toda España con edades comprendidas entre los 14 y los 21 años, siendo ésta una pequeña muestra de la incesante actividad que el pueblo recuperado de Griébal ha vivido durante toda la época estival, han informado desde el Ayuntamiento de Aínsa en una nota de prensa.

En total, se han contabilizado 12.564 pernoctas repartidas en 46 grupos llegados no solo de España, sino también de países como Portugal, Bélgica y Reino Unido.

«Es el primer verano de campamentos que podemos hacer con normalidad después de la pandemia y ha sido como una brisa de aire fresco, una inyección de energía. En España, somos 35.000 scouts repartidos en 300 grupos, y una parte muy representativa está estos días aquí, en Griébal», ha explicado la presidenta de Scouts de España, Elena Cabezas.

Ha añadido: «Venir a este maravilloso lugar es como acudir a un paraíso del escultismo porque cada participante puede aportar su granito de arena ayudando a reconstruir el pueblo mientras cumplimos nuestra labor de educar en valores».

Recuperación de griébal

En ese sentido, y en una de las diversas intervenciones que se han producido en el acto de agradecimiento, el alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo, ha resaltado el papel que la Asociación Scouts de Aragón para devolver a la vida el pueblo abandonado, logrando que la Confederación Hidrográfica del Ebro les cediese su uso en el año 1990.

«La construcción del pantano de Mediano en los años 60 obligó a los habitantes de Griébal y de otros pueblos de alrededor a marcharse. Varias décadas después, gracias al empeño de los Scouts, este pueblo ha vuelto a la vida, ayudando a dinamizar un territorio como la Comarca de Sobrarbe con muy poca densidad de población, y sacándole provecho a un enclave privilegiado», ha indicado Pueyo.

Por eso, ha continuado, «nos alegramos mucho de que año tras año disfrutéis de vuestra estancia aquí y os invitamos a que sigáis regresando».

Impacto económico en la comarca

La Asociación Scouts de Aragón calcula que, según los distintos servicios contratados y el gasto medio que cada uno de los niños y niñas desembolsa durante su estancia, el impacto económico en la comarca se sitúa en torno al millón de euros.

«Hemos tenido una media diaria de 380 personas, alcanzando las 470 en los días de más visitantes. Todas ellas contratan actividades de turismo activo con empresas locales, consumen en los restaurantes, compran en los comercios, emplean el servicio de autobuses del pueblo, e incluso hay familiares que optan por alojarse en los hoteles y pasar las vacaciones mientras sus hijos están de campamento», ha detallado la presidenta de la Asociación Scouts de Aragón y de la Fundación Griébal, María Puente.

Según ha dicho, el verano de 2022 ha sido un reto tras la época de la crisis sanitaria, ya que han tenido que hacer una labor intensa de llamamiento.

«Estamos muy satisfechos con la aceptación y la afluencia que hemos tenido porque este campamento sirve entre otras cosas para que jóvenes que en próximos años serán monitores conozcan un lugar donde organizar sus actividades; hemos visitado espacios espectaculares como el Valle de Pineta y es un placer volver siempre porque nos sentimos muy arropados», ha contado.