06/08/2022 Un estante de hortalizas y frutas en el Mercado Municipal de Pacífico, a 6 de agosto de 2022, en Madrid (España). El encarecimiento de los alimentos básicos pone en el punto de mira la calidad de la nutrición, en un momento en el que la inflación está en el 10,8%. Acorde a la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los precios de los alimentos han alcanzado su mayor nivel desde 1990 a nivel mundial. La pandemia provocada por la Covid-19, la escalada en el precio de la electricidad y los combustibles y la guerra en Ucrania, han sido factores que han repercutido en las estanterías de los supermercados. POLITICA Jesús Hellín - Europa Press | Jesús Hellín - Europa Press

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Los sindicatos CCOO y UGT en Andalucía han rechazado que los empresarios se puedan estar aprovechando durante esta crisis para «apretar otra vez a los trabajadores» y seguir consiguiendo «grandes» beneficios, y han alertado de que, a la subida de energía y carburantes, se ha unido la de los productos básicos de alimentación, lo que ahonda «aún más en los empleados con salarios bajos».

En dos audios remitidos a los medios, la secretaria general de CCOO Andalucía, Nuria López, y el secretario de Relaciones Laborales y Empleo de UGT-A, Juan Carlos Hidalgo, han señalado que, a pesar de la bajada de la inflación del 0,4% en este mes, la tasa interanual se sitúa en el 11,2%, por lo que han vuelto a insistir en subir los salarios para que los trabajadores puedan afrontar el aumento de precios de las necesidades básicas.

Así, López ha indicado que, «a pesar de la leve de contención de los precios que hemos conocido en el mes de julio, los trabajadores venimos sufriendo la subida desmesurada de los precios, ahora, junto a la electricidad, son los alimentos los que acumulan mayores subidas».

Sobre ello, ha señalado que «algo está impactando la guerra de Ucrania», pero ha acusado que la comparación entre los salarios de los trabajadores en Andalucía y las «grandes» cifras de beneficios de las eléctricas, empresas de alimentación y grandes distribuidoras, «es algo que no nos cuadra».

Así ha opinado que «alguien está aprovechando esta crisis de inflación para especular, para ganar, para apretarnos otra vez a los trabajadores», por lo que ha querido clarificar que «con nuestra salud y la de nuestras familias, no se juega, porque si no hay subidas salariales no se puede comprar y adquirir esos alimentos que son básicos para la salud de nuestros hijos, de nuestras familias».

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Por lo que en este contexto, «hay que subir los salarios», según ha recalcado. «Las empresas no pueden seguir siendo avariciosas e insaciables y negando y obstaculizando la subida salariales a sus trabajadores para que afronten esta situación de subida de los precios».

En esa línea también se ha pronunciado Hidalgo, ya que aunque la inflación ha descendido cuatro décimas con respecto al mes anterior, la interanual supera los once puntos. Así, «esta situación lleva a que los andaluces sean más pobres», además, «su incidencia no es la misma para aquellos que tienen mayor poder adquisitivo con respecto a lo que tienen menos», según ha recalcado.

El hecho de que la inflación se produzca en necesidades básicas, como la energía, los carburantes y, --sobre todo--, la alimentación «han provocado que los trabajadores con pocos ingresos, hayan sufrido una incidencia mucho mayor», según ha manifestado.

Por este motivo, el representante de UGT-A también ha querido señalar que «es muy importante que tanto el Gobierno central como el Gobierno autonómico tomen medidas que ayuden a estos trabajadores, que difícilmente pueden llegar a final de mes, que ven como cada mes les cuesta más llegar a poder cubrir todas sus necesidades».

En un comunicado, UGT-A ha manifestado que las medidas del Gobierno central para frenar la inflación y paliar el empobrecimiento de la población, «van por buen camino», pero han inistido en que «hacen falta nuevas fórmulas que faciliten el reparto de la riqueza», especialmente en Andalucía, donde la inflación es más alta. Así, han demandado a la Junta que «puede hacer mucho más», por ejemplo, «acelerando» los trámites de la Renta Básica, ya que según han alertado, «hay esperas de dos años».

UGT-A también ha requerido diálogo social, «para que los agentes sociales aportemos ideas para controlar los precios y adoptar medidas para paliar los efectos de la elevada inflación». Además, han augurado un «otoño de múltiples movilizaciones» si no se revisan las subidas salariales con cláusulas de revisión según el IPC, algo que «la patronal mantiene bloqueado en los convenios».