El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, prevé que los Presupuestos de la Generalitat para 2023 sean «muy expansivos» y sin grandes cambios fiscales al alza o a la baja.
«No prevemos ningún cambio fiscal significativo ni de aumento de impuestos para la mayoría de la población. No es el momento para hacerlo. Ya estamos en un nivel adecuado. Tampoco habrá rebaja», ha defendido en una entrevista de 'El Temps' recogida por Europa Press.
Si hay cambios serán «pequeños, de carácter técnico o muy sectorial», ha avanzado Aragonès, que cree que la apuesta de Junts por eliminar el impuesto de sucesiones y bajar el IRPF no será un impedimento para que las cuentas salgan adelante.
Además, ha explicado que la previsión de la Generalitat es contar con una cifra elevada de ingresos --en parte, debido a la liquidación pendiente de ejercicios anteriores--: «Estamos hablando de que, sin contar fondos europeos, habrá unos mayores ingresos de 3.100 euros».
Laura borràs
Aragonès ha mantenido que ningún conseller le ha trasladado «ningún tipo de duda» respecto a la continuidad del Govern tras la decisión de la Mesa de suspender --con el voto favorable de ERC-- a la presidenta del Parlament y de Junts, Laura Borràs, ante su juicio por presuntamente fraccionar contratos en la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).
Ha llamado a evitar situaciones interinidad como la que se produjo cuando el expresidente de la Generalitat Quim Torra fue inhabilitado --y Aragonès asumió sus funciones siendo vicepresidente--: «Con la suspensión de Borràs, como presidenta del Parlament, deberíamos evitar que esta situación de interinidad se alargue en el tiempo».
«Sería conveniente que, en cumplimiento del acuerdo de investidura, Junts escogiera una persona para ejercer esa responsabilidad», y ha defendido que si Borràs es absuelta debería recuperar la presidencia del Parlament.
Estabilidad en el govern
Preguntado por la auditoría de Junts sobre el acuerdo de Govern y una posible consulta a sus bases, ha apuntado que es una decisión que debe tomar el partido, pero ha puntualizado que «se ha hecho una valoración desde el propio Govern y es positiva».
Ha admitido que existen «visiones estratégicas distintas» entre ERC y Junts en el Ejecutivo catalán y se ha mostrado a escuchar alternativas a la estrategia del diálogo, aunque ha reclamado que tengan pasos concretos.
Preguntado por las diferencias entre ambos socios, ha dicho en Junts «si bien hay una parte que tiene una larga tradición, que proviene de la antigua Convergència, hay otra parte que está en proceso de formación», con lo que ve necesario que el espacio y sus propuestas se consoliden.
Y en referencia a sus críticas a la mesa de diálogo, ha sostenido que no hay alternativa a la negociación: «Quien la ha formulado es en términos genéricos. Está muy bien, pero es un concepto. Debe aterrizar. Hasta que no se concrete, sería una irresponsabilidad abandonar la única estrategia que hay sobre la mesa».
Con todo, ha sostenido que «el Govern funciona y funciona bien» y ha dicho que hará todo cuanto esté en su mano para garantizar la máxima estabilidad del Ejecutivo catalán, en sus palabras, ante la situación económica y política en Catalunya.
Relaciones con el independentismo
Asimismo, ha asegurado que la mesa para planificar la estrategia independentista que también contemplaba el acuerdo de Govern «se ha ido reuniendo», aunque la discusión se ha centrado más sobre dónde ubicar el debate que en el contenido, según él.
«Debemos partir de unas bases nuevas. Hay organizaciones que así lo entienden. En todo caso, serán las organizaciones que también participan las que se deben expresar», y ha añadido que tienen muchos espacios de interlocución.
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