En un comunicado este miércoles, los Mossos han explicado que están analizando su posible relación con otros robos y creen que podrían ser más de una treintena.
A mediados de abril, los Mossos detectaron un aumento de los robos en pisos mientras los habitante estaban dentro principalmente en Sarrià - Sant Gervasi y en Les Corts de Barcelona: los robos se hacían de noche y los sospechosos entraban por los balcones.
En paralelo, identificaron a dos personas que iban en un coche a nombre de otra persona, llevaban una sierra radial y más de 2.000 euros en efectivo, y entonces empezaron a investigar su relación con los robos en la zona.
Los Mossos han destacado la «gran profesionalidad» que mostraban en los robos, cambiando a menudo de coche y usando también el transporte público para dificultar que la policía les siguiera.
Una parte del grupo también se desplazaba a otras ciudades durante unas semanas para robar en la zona, y escondían las herramientas y el botín en bosques o jardines para evitar llevar pruebas encima si la policía les paraba.
70 joyas robadas
El Juzgado de Instrucción 4 de Sabadell (Barcelona), que instruía la investigación, ordenó a los Mossos registrar las casas de los cuatro investigados, y allí encontraron 70 joyas robadas y herramientas que usaban para entrar a los pisos.
El último robo con el que se les relaciona ocurrió unas horas antes de estos registros: los sospechosos escalaron hasta un quinto piso, abrieron la caja fuerte y se llevaron joyas valoradas en 30.000 euros, que después los Mossos encontraron al registrar sus casas.
Los cuatro pasaron a disposición judicial el jueves 28 de julio y la jueza que investiga el caso envió a tres de ellos a prisión provisional.
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