El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, en la presentación | Jorge Gil - Europa Press

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El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha tachado el nuevo impuesto a la banca de "injusto, distorsionador y contraproducente" y ha advertido de que prevén un impacto de entre 400 y 450 millones de euros en 2023, es decir, sobre el ejercicio de 2022.

Lo ha dicho este viernes en la presentación de resultados del primer semestre en Valencia, y que la entidad ha cerrado con un beneficio atribuido de 1.573 millones de euros, un 17,1% más respecto al mismo periodo del ejercicio anterior en base a perímetros homogéneos y un 23,1% más sin extraordinarios asociados a la fusión con Bankia.

Gortázar, que ha recordado que es un tributo no deducible, ha explicado que este impacto sale de unos cálculos preliminares, y que aún no pueden proyectarlo para el segundo año del impuesto.

Para él es un tributo injusto porque se propone sobre la base de que el sector tiene unos resultados extraordinariamente altos, algo que considera que "no es cierto", y ha acusado la baja rentabilidad del sector.

"De 35 empresas del Ibex, 11 cotizan por debajo de su valor contable, de las cuales 5 son bancos. Están en la cola de la rentabilidad. No podemos proponer un impuesto sobre beneficios extraordinariamente elevados porque no existen", ha dicho.

Y ha añadido: "El sector financiero parte de rentabilidades muy bajas y por eso no me parece adecuado que se grave al sector financiero: la rentabilidad del sector es del 5,37%: es muy baja. Eso hace que todo el sector cotice por debajo del valor contable en bolsa, y los inversores ven que tampoco va a cambiar a futuro. Vamos a gravar a un sector que es de los que tiene menor rentabilidad de la economía".

Distorsionador

Ha tachado el tributo de distorsionador de la competencia porque considera no va a afectar a todos por igual, ya que solo tendrán que afrontarlo las entidades por encima de los 800 millones de euros, mientras que hay entidades locales y bancos extranjeros que no llegan a ese umbral.

Y se ha referido a los fondos de inversión: "¿Vamos a dejar que sean más competitivos para financiar a nuestras empresas en España porque no tienen ese gravamen?", ha añadido.

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También cree que distorsiona la normativa bancaria europea, porque el gravamen prohíbe su repercusión a los clientes, cuando la normativa europea de buena práctica bancaria pide que repercutan todos los costes a la hora de hacer la nueva producción de crédito, como los de capital, de financiación, operativos y de crédito, así como los de naturaleza tributaria.

"Lo que nos está viniendo es una normativa española que dice exactamente lo contrario. Como país, no nos podemos permitir ir contra la normativa europea, y desde luego pone a los supervisores en una situación imposible", ha advertido.

También ha dicho que, como consecuencia de la necesidad de repercutir los costes en la generación de crédito, hay dos opciones: o bien el sector lo repercute y hace caso a la normativa europea y el crédito se encarece, o bien no lo repercute y por tanto en muchas ocasiones va a dejar de dar ese crédito: "Tendremos o crédito más caro o menos crédito".

Contraproducente

Para Gortázar, la medida también es contraproducente porque las crisis han demostrado que, cuando han ocurrido con un sector financiero fuerte, el impacto ha sido "menos fuerte y duradero".

"Nos enfrentamos a un entorno económico mucho más difícil, y que la primera medida sea debilitar al sector financiero sencillamente es contraproducente", ha concluido.

Grandes beneficios

De hecho, Gortázar ha explicado que son una entidad muy grande y, por tanto, con grandes beneficios, algo que ha defendido por el hecho de poder financiar inversiones de miles de millones.

"No queremos estar en manos de capital extranjero. Crear entidades grandes como nosotros y alguna otra que hay en España es muy bueno, pero si la has creado va a ganar mucho dinero: si tienes 50.000 millones, tienes 700.000 accionistas y cada uno de los cuales ha aportado una parte y necesita un rendimiento, el rendimiento es muy grande", ha argumentado.

Por eso, ha llamado a potenciar las grandes empresas y no penalizarlas, y ha insistido en que han ganado más de 1.500 millones pero con un ROTE del 7,9%, algo que, comparado con el resto de empresas del Ibex, pone el sector a la cola.

"No podemos guiarnos por los grandes números, porque entonces tendremos empresas pequeñas", y ha añadido que el tejido industrial de España debe tener grandes campeones para afrontar otro tipo de desafíos.