Mallorca puede presumir de un entorno privilegiado que hace las delicias del turismo náutico europeo y nacional. Y es que cuenta con una belleza paisajística majestuosa, así como con unas aguas cristalinas y un clima exquisito. La luz que desprende crea un ambiente especial, el pintor Joan Miró quedó prendado de ésta, y no ha sido el único artista. La amplia oferta de vuelos desde las ciudades más importantes de Europa, y también dentro de nuestro país, concede a Mallorca la premisa de uno de los destinos con mejor acceso aéreo, lo que facilita mucho el interés de visitantes.

Su clima, por lo general tranquilo, permite una navegación fácil y segura prácticamente todo el año, y más todavía entre los meses de mayo a octubre. Así que, en verano, es una muy buena opción para hacer un poco de turismo diferente.

VISTAS ESPECTACULARES

Desde el mar, Mallorca ofrece a sus visitantes y locales espectaculares acantilados, islotes desérticos y unas agrestes y solitarias calas; muchos de estos puntos, solo se pueden disfrutar desde una embarcación. La costa Norte de Mallorca, con la Serra de Tramuntana al frente, es una de las preferidas por su espectacularidad, contemplar sus impresionantes acantilados, la característica isla de sa Dragonera, la peculiar forma de la zona de sa Calobra o la desembocadura del Torrent de Pareis pueden llegar a ser experiencias únicas que se mantendrán en la retina de nuestros ojos de por vida.

Hoy en día, disfrutar del mar y de sus vistas hacia la costa no implica ser propietario de una embarcación, con los gastos económicos que esto supone; se puede optar por alquilarla para el verano o unos días de vacaciones. En este sentido, Mallorca cuenta con una gran oferta de empresas dedicadas al alquiler de embarcaciones para practicar el turismo náutico, y es que alquilar un barco puede resultar más económico que mantenerlo, y cada día es más asequible y menos elitista. Cuando se piensa en alquilar un barco tenemos que pensar que también existe la opción de contratar a personal especializado para su mantenimiento, así como oficinas para la contratación de servicios o comercios que disponen de los equipamientos necesarios, de manera que durante esos días tan solo tengamos que dedicarnos a disfrutar de las vistas y la tranquilidad de disponer de un barco para nosotros en la inmensidad del mar.

PUERTOS DEPORTIVOS

En este sentido, Mallorca cuenta con una amplia oferta de puertos deportivos a lo largo y ancho de toda su costa, Puerto Portals en Calvià, el Club de Mar en Palma o los puertos de Andratx, Pollença o Alcúdica son solo algunos ejemplos; sus tiendas, restaurantes, bares nocturnos... presentan una oferta complementaria dentro del turismo náutico.


ZONAS DE FONDEO

La costa mallorquina ofrece centernares de playas de arena, de roca, guijarros o gravas, todas con un encanto muy personal, así como también zonas de fondeo para el disfrute del turismo náutico que van desde calas agrestes por la zona norte, como sa Calobra, hasta otras de mayor extensión como las de Cala Mesquida o Cala Agulla o la 'caribeña' playa de Es Trenc.

Otra opción es acercarnos a alguna de las playas que visitemos en nuestro recorrido. La playa de Illetes, en la zona de Calvià, podría ser una buena opción; se trata de un centro turístico que recibe su nombre gracias a los islotes que hay frente a ella. A veces puede estar algo masificada, pero en ella encontrarás buenos restaurantes y también comercios para realizar alguna compra.

Merece la pena investigar la costa mallorquina y no quedarse en el primer lugar que nos guste, pues encontraremos lugares casi vírgenes cuya vegetación dunar es una de sus principales características. Fondear cerca de alguna de estas calas y disfrutar de sus aguas cálidas y cristalinas es todo un privilegio y uno de los mayores placeres que podamos darnos en verano.