La Dra. Carla D’Angelis, especialista en Psiquiatría de la Unidad de Neurociencias y Salud Mental | Juaneda Hospitales

La Dra. Carla D’Angelis, especialista en Psiquiatría de la Unidad de Neurociencias y Salud Mental de Juaneda Hospitales, está aplicando ya dos tratamientos altamente resolutivos contra la depresión resistente al tratamiento, la terapia electro convulsiva (TEC) con equipos de última generación y con Esquetamina, tratamiento médico de muy reciente incorporación.

«La depresión —recuerda la Dra. D’Angelis— presenta varios síntomas entre los que predomina el sentimiento de la tristeza, que puede presentarse acompañado de ansiedad, de alteraciones del sueño y del apetito (tanto aumento, como disminución en ambos casos), así como, de modo muy destacado, la pérdida de interés por los gustos habituales, la falta de energía y motivación para hacer cosas que previamente eran satisfactorias».

Una evolución más grave de esta enfermedad es la llamada depresión resistente, «que está definida como la que no responde a dos tratamientos farmacológicos antidepresivos que se han dado en tiempo y en dosis suficientes y después de los cuales los síntomas persisten en el paciente», por lo que hay que dar un paso terapéutico más.

Esta depresión resistente es especialmente grave, no solo por el gran deterioro de la calidad de vida del paciente, sino porque «un síntoma de la depresión cuando se agrava son las ideas de suicidio que, lamentablemente, en muchos casos llega a consumarse», lo que pone aún más en evidencia la necesidad de tratamientos que permitan superarla.

Uno de estos procedimientos es el Tratamiento Electro Convulsivo (TEC), del que Juaneda Hospitales ha adquirido recientemente un equipo de última generación. «Se trata —explica la Dra. D’Angelis— de un tratamiento antiguo, pero modernizado, y muy eficaz, culturalmente denostado, pero que sigue siendo de primera línea para este tipo de patología.»

«Con los años y la evolución de la ciencia —continúa— se ha ido mejorando la técnica. Ahora el TEC se hace bajo sedación, lo que disminuye los efectos secundarios, los dolores musculares y sobre todo la experiencia negativa que pueda tener el paciente. El TEC se aplica en pautas de dos veces por semana, con un ingreso de unas pocas horas».

El TEC realiza un efecto que podría compararse con un reseteo de la mente: «El procedimiento en sí consiste en generar una convulsión que conlleva una descarga masiva del cerebro, una ‘puesta a cero’». El TEC se realiza con sedación, de forma que el paciente no sufre ningún síntoma ni sensación adversa: «No se entera de nada de lo que ha sucedido.»

El tratamiento mediante Esquetamina contra la depresión resistente es mucho más nuevo. La Unidad de Neurociencias es uno de los centros pioneros en su aplicación, que, al igual que el TEC, puede ser indicado por psiquiatras propios o por otros que tengan la consulta fuera del complejo y remitan al paciente a Juaneda Hospitales para tal fin.

«La Esquetamina es un fármaco revolucionario, cuyo uso se ha aprobado hace solo unos meses, y que nos permite un abordaje distinto al que teníamos hasta ahora en anti depresivos. La Esquetamina se administra mediante un inhalador nasal, de forma complementaria a los tratamientos por vía oral»

El tratamiento con Esquetamina no se puede realizar en el domicilio. Precisa de un ingreso hospitalario de unas pocas horas para controlar los primeros efectos de la medicación y los eventuales y leves efectos secundarios, como pueden ser «una cierta sensación de extrañeza o mareos», explica la Dra. D’Angelis.

Y añade: «La Esquetamina es un fármaco que produce una mejora rápida en los síntomas depresivos, una reducción significativa de las ideas suicidas». Este fármaco «se administra dos veces por semana y eventualmente se va ajustando la dosis y frecuencia a los resultados del tratamiento, conforme pasen los días».

La duración del tratamiento con Esquetamina se plantea con un mínimo de un mes de inducción, con dos administraciones semanales durante ese primer periodo, aunque normalmente el planteamiento es a seis meses como mantenimiento de la mejoría. Este tratamiento, al igual que el TEC, ofrece los primeros resultados en forma de mejoría después de los 10 o 15 primeros días.