Miquel Porquer, alcalde de Muro.

Los proyectos que se iniciaron en Muro en 2019 tuvieron que quedar en suspenso con la llegada de la pandemia y las dificultades en todos los ámbitos de la sociedad. Para el alcalde Miquel Porquer, fue un cambio de las reglas del juego que doy lugar a cuatro años muy complicados: «La ruptura de las reglas de estabilidad presupuestaria supusieron un esfuerzo titánico a una entidad local como Muro, que tuvo que afrontar la gestión del remanente de tesorería».

MURO. FACHADA DEL AYUNTAMIENTO DE MURO.

Porquer asegura que esto provocó «un choque total con las administraciones supramunicipales y el problema añadido de una burocracia poco ágil, que ha dejado todos los proyectos del pueblo sin tiempo apenas para poder ser realizados» y sostiene que los pequeños ayuntamientos como el de Muro «no tienen capacidad de gestión para un volumen de trabajo como el que se nos presentó». Aún así, algunos proyectos si se pudieron abordar, como los relacionados con los fondos Next Generation europeos, «que incluyen un apartado específico para su gestión».

Poco a poco Muro ha regresado a la normalidad y eso es algo «que la gente percibe». En esa nueva fase, Porquer destaca el desarrollo de la Escoleta Municipal para 0 a 3 años, que ya está licitada y en la que hemos invertido 1,1 millones de euros de fondos municipales». Otro de los grandes logros de la legislatura ha sido el Arxiu Municipal, largo tiempo esperado en el pueblo.

Respecto a las infraestructuras y dotaciones de servicio, el alcalde valora la importancia de las bombas de impulsión de aguas que han mejorado sustancialmente la red. Serveis Socials también ha sido una parcela importante. «Hemos trabajado para que el departamento sea efectivo y que todo el que acuda a él reciba la ayuda que necesita. La gente ha de ver al Ajuntament como una institución que está para resolver sus problemas, no para crear nuevos con los que no contaban».