La alcaldesa, Magdalena Perelló.

Los años de la legislatura que finaliza en mayo han sido muy distintos a cualquiera de los anteriores en Llubí. La alcaldesa, Magdalena Perelló, los comenta así: «La pandemia paralizó el ritmo de la administración y todos los esfuerzos se centraron en estar junto a la ciudadanía y junto a nuestras empresas. Se reformularon los presupuestos para inyectar ayudas a las personas más necesitadas, además de ayudar al tejido empresarial que se vio obligado a cerrar durante la crisis sanitaria». Cuando parecía que todo iba a empezar a normalizarse y que por fin se podría vivir de nuevo una situación mejor, «entramos en la crisis económica derivada de la guerra de Ucrania, que de nuevo hizo que se ralentizaran los proyectos que se tenían previstos para la legislatura».

LLUBI - FACHADA DEL AYUNTAMIENTO DE LLUBI.

Pese a todo, la alcaldesa declara sentirse satisfecha junto a su equipo «por la capacidad de reacción ante los problemas, la solidaridad demostrada por nuestro pueblo en tiempos de pandemia y el alto grado de entendimiento de todos los miembros del equipo de gobierno a lo largo de estos 4 años, a pesar de pertenecer a dos formaciones políticas distintas». Destaca algunos de los logros que se han podido alcanzar: «hemos logrado abrir el centro educativo de 0 a 3 años, mejorar la canalización de aguas pluviales, cambiar el alumbrado público y las luminarias del campo de fútbol o instalar dos nuevos puntos de recarga por coches eléctricos, así como comprar el emblemático edificio de Ca ses Monges, en el que se hará un centro de día y social.