Se pretende que el Bosque Marino esté abierto a toda la comunidad educativa y científica y sea un catalizador de la educación ambiental. | Archivo UH

Eduardo Maynau, delegado Regional en Balears de Red Eléctrica España, explica que en el planteamiento, conceptualización, desarrollo y ejecución de los proyectos de interconexión eléctrica submarina entre la Península y las Illes Balears, y entre Eivissa y Mallorca, durante el proceso de análisis ambiental y social «descubrimos a la gran diosa del Mediterráneo, la posidonia, una especie de interés comunitario que es un agente natural en la lucha contra el cambio climático, ya que es un sumidero de carbono». Así, el desarrollo de los enlaces de interconexión eléctrica submarina de REE -determinantes para la transición energética- nos permitió, a su vez, toparnos con un agente natural que por sí ya beneficia dicha transición ecológica y, a raíz de este hallazgo, surgió la idea del Bosque Marino de REE para la recuperación de praderas degradadas de posidonia oceánica», narra con emoción el delegado. «Se trata de un proyecto pionero internacionalmente y que se enmarca en la política de sostenibilidad de la compañía a través del cual se pretende aportar un valor compartido con la sociedad».

El Bosque Marino aporta un valor compartido a la sociedad y se enmarca en la política de sostenibilidad de REE


BOSQUE MARINO DE REE

Las praderas de posidonia son formaciones de gran importancia para la biodiversidad por su riqueza en flora y fauna y su notable influencia en la preservación de los ecosistemas marinos; además, tienen una enorme relevancia como almacenes de carbono orgánico, ya que pueden acumular cada año hasta el 10% de la huella de carbono que se genera en los océanos. Estos aspectos convierten a la posidonia oceánica en un actor clave en la lucha contra el cambio climático.

El objetivo es la restauración de praderas de posidonia degradadas; para ello se cuenta con la colaboración del aeródromo militar de Pollença. Foto: ARCHIVO UH
El modelo seguido en el proyecto de recuperación de praderas de posidonia en la bahía de Pollença es replicable en otros lugares del Mediterráne.. Foto: ARCHIVO UH

El compromiso de REE con la conservación de la diversidad biológica y la lucha contra el cambio climático, más la responsabilidad por evitar o minimizar las interacciones de los enlaces eléctricos submarinos con las praderas de posidonia, llevó a la empresa en 2012, a emprender un proyecto de I+D+I enfocado al estudio del uso de semillas y fragmentos de esta planta que permitiese la recuperación de las praderas degradadas. Un proyecto desarrollado en colaboración con el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA) que estableció dos zonas de investigación y plantado: Ibiza y Mallorca.

Con excelentes resultados en la recolecta, cultivo y plantado de semillas y fragmentos de posidonia, se puso en marcha el Bosque Marino de REE, para la restauración de dos hectáreas de pradera de posidonia oceánica en la bahía de Pollença. Se trata de un proyecto que se desarrolla con la participación de la Conselleria de Medi Ambient, Agricultura i Pesca del Govern y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas a través del IMEDEA.

El Bosque Marino de Red Eléctrica de España es un proyecto pionero internacionalmente

Según explica Eduardo Maynau, es un proyecto «pionero en la cuenca del Mediterráneo y en el mundo, y con el que hemos plantado más de 12.800 fragmentos y semillas de posidonia con unos resultados muy esperanzadores». La plantación, iniciada hace cuatro años, arroja valores de tasa de supervivencia del 90%, «es decir, la posidonia está enraizando y se está reproduciendo, posibilitando así la recuperación de un espacio de vital importancia para Baleares».

Borja Álvarez, técnico de Medioambiente de REE, añade que se trata de un proyecto con una línea de actuación clara: la regeneración del espacio degradado lo que evita que «se emita todo el CO2 que tiene esa propia pradera; en cuanto a biodiversidad, se regenera esta zona degradada y volverán sus ecosistemas alrededor». Por su parte, Jorge Terrados, científico de CSIG en IMEDEA, asegura que «es una experiencia única y una apuesta de futuro, porque se pretende tener un área experimental de una pradera de posidonia en recuperación que dará la oportunidad de estudiar la rehabilitación de la estructura de la pradera y del funcionamiento de sus funciones ecológicas y servicios que nos proporciona».

EVALUACIÓN Y RESULTADOS

Son varios los seguimientos que se realizan para evaluar el éxito de la plantación y del ecosistema. En primer lugar, se valora el método de anclaje y plantado al mes de realizarse el trasplante; y con una periodicidad anual, se evalúa la supervivencia y desarrollo de las plántulas y fragmentos trasplantados. El seguimiento de los clones de posidonia oceánica viene acompañado por la evaluación anual del ritmo de recuperación de la funcionalidad del ecosistema en la zona restaurada. Finalmente, se evalúa el carbono orgánico acumulado, tanto el originario de la propia plantación como el capturado de otros orígenes, y se calcula su transformación a toneladas de CO2.

El desarrollo del proyecto del Bosque Marino de REE, su metodología, evolución y resultados, está permitiendo no sólo la recuperación de importantes extensiones de posidonia, sino que lo ha convertido en una fuente de educación ambiental y de divulgación científica. En el ámbito científico, la repercusión del proyecto es muy notable, posibilitando replicar en modelo seguido en otros puntos del mediterráneo. La vertiente educacional, dirigida especialmente a los niños y jóvenes -y que se compartirá en esta edición de eMallorca Experience Week con el público en general- es sin duda, una línea de trabajo importantísima para profundizar en la concienciación de las generaciones futuras en la necesidad de preservar la biodiversidad de nuestras Islas.