Entrada de los alumnos y alumnas en el CEIP Aina Moll. | Jaume Morey

Los centros educativos de Baleares retomaron en septiembre la actividad con la vuelta a las aulas de 173.482 alumnos en el tercer curso COVID. Aunque el riesgo continúa, este curso las cosas ya están siendo muy diferentes, la vacunación a mayores de 12 años y la experiencia del curso anterior hacen que los padres y madres confíen en que los colegios son lugares seguros.

Como se recordará, se mantienen casi todas las medidas preventivas frente a la pandemia del coronavirus. Por tanto las entradas son de manera escalonada y con mascarillas por doquier.

Otra diferencia importante es que se han recuperado las ratios de los cursos prepandemia, por tanto ya no hay grupos reducidos para tener menos alumnos por aula. Además, los protocolos se relajan un poco y se acercan a la normalidad, la distancia social pasa a ser 1,5 metros a 1,2. En cuanto a vacunación, Baleares es una de las comunidades que cuenta con la cifra más alta de profesores y alumnos mayores de doce años a los que se les ha inyectado el fármaco contra el coronavirus. Todos los centros públicos y concertados tendrán filtros móviles para mejorar la calidad del aire, con una media de dos por cada tres aulas.

Este curso también han regresado las extraescolares, al inicio del anterior estaban prohibidas para no mezclar alumnos de diferentes grupos. Ahora, los padres ya pueden contar con este completo a la formación académica que en muchos de los casos soluciona algún que otro quebradero de cabeza en la conciliación laboral y familiar.

Por tanto, todo hace pensar que este curso será lo más parecido a la normalidad que conocíamos de antes. Habrá que esperar unos meses para ver si, efectivamente, la pandemia se aleja de las aulas.