Los mercados son una buena oportunidad para conocer los mejores productos de la isla. | M. MORRO

Los mercados de cualquier rincón del mundo pueden ser una pequeña introducción o prólogo a la historia y cultura del lugar donde se celebran. Mallorca cuenta con buena tradición de mercados y prácticamente todos los municipios de la isla tienen uno propio, normalmente son semanales.

Desde la comida, que puede reflejar tanto la gastronomía general mallorquina como alguna delicia propia del lugar, pasando por los trabajos artesanales bien diferenciados según la región: zonas de puerto en las que los oficios del mar son los más practicados, o zonas en las que el ganado o la agricultura son la cúspide de la pirámide económica del municipio. Por otro lado, los turistas se apuntan esta actividad popular como una de las visitas obligadas a lo largo de su estancia en Mallorca. Es por ello que, en verano, suele incrementar el número de visitantes a los mercados y también los vendedores que participan en ellos. Incluso se adaptan a las necesidades de los turistas, vendiendo otros productos de carácter nacional que, en principio, poco tienen que ver con la cultura mallorquina, pero esto no es otra cosa que un distintivo más que habla sobre el lugar, reflejando, una vez más, a través de los mercados el carácter turístico del mismo.

Los mercados, además de cumplir una necesidad comercial, son uno de los centros neurálgicos de la vida social del municipio. Si los vecinos no se encuentran a diario por las calles, a buen seguro lo harán el día de mercado, donde se comentarán desde episodios de la vida cotidiana hasta temas sociales como la política o el deporte.
Actividad popular por definición, los mercados se diferencian también por temática. Por ejemplo, Palma goza de numerosos mercados a lo largo de la semana, y los divide en mercados de verdura y hortalizas, mercados de pescado, de carne, de ropa, de rastro...


En cuanto a horarios, la mayoría de los mercados de Mallorca se celebran por la mañana. Trate de llegar antes de las 10:30 horas debido a que la mayor parte de ellos terminan a la 13:30 horas aproximadamente. Aunque, por su puesto, el verano invita a que los horarios de tarde sean una excusa perfecta para adornar las calles con puestecillos, en este caso suelen tener éxitos los mercadillos dedicados a la ropa y la bisutería, entre otros.
Las ferias y fiestas que celebran los municipios de Mallorca, también recogen estos tipos de mercados. Por otro lado, cabe mencionar que estas citas también se acogen bajo temáticas, como los tradicionales mercadillos de Navidad, o los medievales, como por ejemplo el de Capdepera, muy popular y celebrado recientemente.