La artífice de Aresta, Blanca Pieras. | P. Pellicer / T. Ayuga

El proyecto de Blanca Pieras, Aresta, fue el escogido por un grupo de expertos para convertirse en la primera prueba piloto de la categoría Connect’Up Youth 2022-2023. La joven empezó con proyectos de emprendimiento relacionados con el ganchillo mucho antes de que surgiese Aresta. «Mi madre me enseñó a tejer cuando tenía 5 años y desde entonces no he podido parar. He ido aprendiendo de manera autodidacta, buscando recursos en miles de fuentes distintas e intuyendo técnicas que más tarde descubría que tenían nombre».

Esta pasión le llevó a acumular varias cajas de experimentos «tejeriles» y fue entonces cuando decidió que debía deshacerse de los que no usaba. En ese momento, se le ocurrió la idea de vender esas piezas. Creó un perfil de Instagram en el que vendía tops de ganchillo para verano, además de acudir a venderlos a mercadillos. Pieras explica que «a la hora de tejer nuevas piezas para seguir con el proyecto, me di cuenta de que el precio asumible por mi público objetivo era mucho menor que el valor real de las piezas, y supe que era el momento de pivotar la idea». Así surgió Aresta, una plataforma para personas creativas que quieren aprender a tejer punto y ganchillo de manera autodidacta y desde un nivel inicial. Pretende acercar el punto y el ganchillo a un público joven, uniendo tradición, sostenibilidad e inclusividad, acompañando a los alumnos en cada paso del proceso creativo.

El principal valor de Aresta se centra en ofrecer todos los recursos necesarios para aprender a tejer desde un nivel inicial unificados en una misma plataforma. Sus diseños son actuales y enteramente confeccionados con materiales sostenibles. Ofrece una tutoría personal por cada curso, haciendo el trato más cercano y solucionando la frustración ante las complicaciones, empoderando a los alumnos. Se guía por la inclusividad y la accesibilidad, de manera que ni la talla, ni el género ni cualquier otra característica no normativa quede excluida del maravilloso mundo de las artes textiles.

«Actualmente el proyecto está en fase de desarrollo y espero lanzar la plataforma en Noviembre de 2023. Tras el estudio de mercado realizado para recopilar información y ofrecer contenidos de alta calidad, me siento muy afortunada de ver que el feedback hacia el proyecto es positivo y que los futuros tejedores están interesados en una plataforma de las características de Aresta.», concluye la joven emprendedora.

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Marisa Huaynalaya, directora de Estrategia en APSL.

«El proyecto Aresta apuesta por el ‘No lo compres, hazlo tú’»

Marisa Huaynalaya, directora Estratégica en APSL, lidera la oferta de soluciones de Datos e Inteligencia Artificial. Responsable de acuerdos de colaboración y expansión, «siempre estamos en la búsqueda de empresas afines y emprendedores con capacidades complementarias». La experta ha puesto toda su maestría y determinación a disposición de Connect’Up para apoyar y mentorizar al proyecto de Blanca Pieras, Aresta.

Tras meses de intensas formaciones, actividades y jornadas sectoriales, Huaynalaya sostiene que, «Aresta, la comunidad donde aprendes a tejer tu propia ropa, ya es más que un proyecto. Blanca es la fundadora y ella misma enseña a tejer punto y ganchillo como un acto revolucionario. En nuestra sociedad de prisas y consumo ser capaz de crear cosas duraderas y tomarse el tiempo para eso es realmente especial». Y añade que, «te da la oportunidad de vestirte con materiales sostenibles y elegir los diseños que prefieras. Blanca ya ha abierto un espacio para dar clases en colaboración con 3 empresarias de la isla. Se llama Lanaland».

Huaynalaya, que ha velado por la viabilidad de este proyecto presagia que, «esta empresa no es de las que buscan crecer y ser vendidas en poco tiempo como muchas start up de los últimos años. Blanca es de la nueva generación mallorquina que además de estar abierta al mundo, ofrecer su conocimiento en inglés y usar las redes sociales y el poder de internet para crecer, también tiene claro que si fuera millonaria, estaría haciendo esto mismo para su comunidad. Así que le auguro felicidad. Mallorca tiene ese poder cuando estás abierto a dar tanto como a recibir de la isla».

Como mentora, Huaynalaya ha querido poner de manifiesto los puntos más característicos de Aresta, explicando que «apuesta por el ‘No lo compres, hazlo tú’ que es como el patrón contrario a tenerlo todo fácil y rápido como estamos acostumbrados. Por eso es rebelde tejer. Tejes y disfrutas del presente, de la comunidad que te acompaña en el proceso y de tu creación, pero a la vez apoyas un arte tradicional que ha permanecido por muchos años y además lo modernizas, porque a través de nuevos diseños lo enriqueces. El slow fashion tiene muchas ventajas si lo analizamos. Algunas de las recomendaciones de Huaynalaya han sido «enfocar su mensaje y valor principal, apoyarla en decidir cómo usar los pocos recursos con los que se cuenta al inicio. Y aunque lo que la motiva no es el dinero. También mi labor ha sido de empujar a dedicar tiempo a esas cosas no tan ‘guays’ que hay que hacer: sacar cuentas, hacer presupuestos, planificar su contenido. Todo eso es tiempo que no pasa tejiendo o diseñando pero que para crecer le hace falta».