El British International College Sant Agustí está dirigido por Elizabeth Compton, quien describe al centro como una entidad centrada en las relaciones y en un entorno seguro y afectuoso para sus alumnos.
Sant Agustí está fuertemente vinculado al principio de inclusividad, adoptando un enfoque de aprendizaje adaptativo y personalizado, con niños de todo el mundo y de la Isla. Para que este principio sea efectivo «nos centramos en las necesidades de cada niño y en cómo pueden progresar hacia sus metas. Es esencial encontrar el equilibrio entre el éxito académico y el bienestar», expresa Compton.
Sant Agustí entiende la crianza como labor compartida y reconoce el papel fundamental de la participación familiar en la escuela
Para llegar a estos objetivos es necesario un equipo docente de primer nivel, cualificado y con mucha experiencia en Educación Primaria e Infantil; unas tutorías personales y cercanas, «fundamentales para una educación británica de alta calidad», comenta la directora; y un equipo de asistentes de apoyo al aprendizaje junto a un excelente programa extracurricular con actividades que van desde fútbol, baloncesto, robótica y capoeira.
Por otro lado, destacar que son firmes defensores de que la crianza es labor de toda la comunidad educativa, por eso, Sant Agustí reconoce el papel fundamental de la participación de las familias en la escuela; para ello organizan jornadas y talleres como la recientemente celebrada semana STEAM. El tutor o tutora es el enlace diario entre hogar y escuela y conoce cada aspecto de cada estudiante que está bajo su cuidado, manteniendo una comunicación bidireccional clara, con recordatorios y refuerzos, tanto en casa como en la escuela, de las expectativas.
En cuanto a las competencias más importantes para Sant Agustí destacan la confianza, la amabilidad y un fuerte nivel de inglés y español. Estas competencias se integran en sus programas educativos a través de un enfoque centrado en el niño. Disponen de un sólido programa de idiomas que apoya a los estudiantes para alcanzar un alto nivel en grupos de diferentes niveles y la oportunidad de aprender alemán y francés a medida que avanzan.
En lo que respecta a sus instalaciones: un comedor con vistas al mar, un centro deportivo local con clases de natación, un bosque cercano, club de vela, un eco-jardín para cultivar y un enriquecedor programa de aprendizaje con excursiones, fomentando que el aprendizaje se realice al aire libre, tanto como sea posible.
«Nos enorgullecemos de ser una escuela dedicada y somos conocidos como la ‘pequeña escuela con el gran corazón» concluye Elizabeth Compton.
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