La ‘botiga’ de la cooperativa, ofrece productos locales, donde el Oli de Sóller tiene un espacio protagonista. | S. Amengual

Han pasado mas de 120 años desde que se fundara la cooperativa agrícola Sant Bartomeu de Sóller, en 1899. La expectativa era unir a pequeños productores para tener un volumen de producto lo suficientemente grande para poder negociar con los clientes. Tiempos en que cruzar el coll en carro tirado de mulo y caballo era la única forma de llegar a Palma. Fue esta necesidad uno de las principales motivos para que el tren de Sóller se hiciera realidad y poder transportar naranjas y aceite a la capital. Posteriormente empezaron a fletar barcos y exportar hacia la costa francesa principalmente. Fueron años de gran prosperidad.

Actualmente son 350 los socios que componen la cooperativa que preside Miquel Gual y Lina Amengual, la gerente. Con los años, la antigua almazara ha dado paso a modernas instalaciones mecánicas para producir aceite de primera calidad, en frío.

La función social de la cooperativa es vital para que el payés y pequeño propietario continúen manteniendo su huerta y olivar. Modernos ‘jardineros’ que cuidan y miman los terrenos de sus antepasados. Tradición y sentimiento en pura esencia. Visitando Sóller es imprescindible una visita a la botiga de la Cooperativa, producto local, cercano en un ambiente sugerente y acogedor. En sus estantes el Oli de Sóller ocupa un espacio protagonista con las diversas variedades que elaboran además de las aceitunas de mesa verdes y pansides.

Olives de sóller

Oli de Mallorca

El próximo año se cumplen dos décadas desde que nació el sello DO Oli de Mallorca, el tiempo pasa volando, de la misma forma que el verdor en los campos y fincas de Mallorca sigue aumentando con profusión de nuevos olivares. Hace dos décadas la mayor parte de olivar estaba en la Serra de Tramuntana, con olivos centenarios, mayormente de la variedad mallorquina, con escasa e irregular producción.

Oli de Sóller

El cambio ha sido radical, actualmente son 14 las almazaras y más de 25 las que envasan y etiquetan sus marcas con la DO Oli de Mallorca, sello de referencia que certifica la calidad de este producto local y milenario. Mas de 8 mil olivos distribuidos en 4.000 hectáreas en toda la Isla. Un gran bosque que sigue creciendo y aportando un valor inestimable al entorno natural de Mallorca preservado y cuidando el ecosistema.

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