Es el debate más vivo y al mismo tiempo, el más antiguo. Menorca ha vuelto a batir récords este año. Este verano, por primera vez, la isla superó las 230.000 personas en un solo día. Trece jornadas de agosto pasaron de los 225.000, una cifra impensable hace apenas unos años. En total, una media mensual de 219.393 almas compartiendo territorio limitado, recursos finitos y la misma búsqueda de descanso. Pero mientras las estadísticas suben, la calidad de vida y el bienestar general se resienten.
La paradoja está servida en plena discusión sobre los límites a la masificación turística y las primeras medidas anunciadas por parte de Govern para regular la afluencia de visitantes a nuestro archipiélago al mismo tiempo que hemos conocido el estudio del límite de plazas disponibles por parte del Consell Insular de Menorca. La propuesta de un techo de 107.917 plazas turísticas, lo que traducido implica que podrán autorizarse cerca de 24.000 más es un primer límite en el que 21.000 serán para las urbanizaciones, 2.000 a los municipios y 1.000 al campo. Es la primera vez que se publica ese límite. Somos más que nunca y en paralelo, cada vez más voces advierten de una Menorca desdibujada en temporada alta. Congestión en playas y unos recursos naturales que sufren las consecuencias de tanta presión humana durante unos meses al año. El GOB viene advirtiendo hace tiempo que al final no habrá agua para todos y que las desaladoras no pueden ser la solución.
Récords de turistas, techos de bienestar
10/06/25 10:00
- Confirmado por la Seguridad Social: acceso completo a la jubilación para todos los nacidos entre 1960 y 1970
- «A mí me ha robado 7.000 euros pero hay otros afectados que han perdido 40.000»
- La 'piscina' de Nuredduna que indigna a los residentes: «La gente no respeta nada»
- Oferta millonaria para adquirir la plaza de toros de Palma
- Un hombre convive con el cadáver de su madre durante varios días en Marratxí