El sector primario en las Illes Balears continúa siendo poco importante desde el punto de vista económico, ya que según datos de 2021 representa alrededor del 0,5% del PIB de las islas.
El valor de la renta agraria de las islas, según los últimos informes correspondientes al año 2021, alcanzó los 198 millones de euros, lo que supone una disminución del 1% respecto al año anterior. El 73% de la misma tuvo su origen en la producción agrícola (144 millones) y el 27% en la producción ganadera (54 millones). Por islas, el 83% del total se produce en Mallorca, el 14 % en Menorca y el restante 3% en Eivissa y Formentera.

La producción ganadera durante el ejercicio de 2021 ha disminuido respecto a los años anteriores. En términos económicos, la producción de carne genera unos 24 millones de euros mientras que los productos ganaderos ascienden a unos 30 millones, siendo el producto más importante la leche, especialmente en Menorca.

La producción agrícola continúa la misma tendencia de ejercicios anteriores: el 93% de la superficie agraria de las islas está ocupada por el secano, que produce una renta agraria pequeña. La renta agrícola procede en un 60% de lo obtenido por el vino, las hortalizas y las patatas, cultivos que necesitan agua.

A modo de resumen, los cultivos extensivos son los que generan el paisaje. Los ingresos agrarios más importantes vienen de la agricultura ligada al agua. Las Islas tienen una superficie de 498.196 hectáreas, de las cuales casi un 90% son superficie agraria y forestal. El 50% de esta superficie está destinada a la actividad agraria tradicional, mientras que el otro 50% es superficie forestal que tiene un cierto aprovechamiento en temas ganaderos y de otra índole.

La nueva PAC se va a poner en marcha en 2023. Esta nueva etapa tiene un gran componente medioambiental. En diciembre de 2019, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentó al Parlamento Europeo el Pacto Verde Europeo, que se centra en la lucha contra el cambio climático y otros objetivos medioambientales en ámbitos como el transporte, la energía, la contaminación, la agricultura, la economía circular y la biodiversidad. Especial importancia para nuestro sector tuvo la presentación realizada por la Comisión Europea el 25 de mayo de 2020 de dos estrategias de gran envergadura: «De la granja a la mesa (F2F)» y la de «Biodiversidad». La sostenibilidad, la protección medioambiental y de la biodiversidad son objetivos políticos a los cuales se les está dando mucha importancia.

La nueva PAC para nuestra comunidad es determinante para ayudar al sector agrario en las Islas. El sector agrario balear está al borde de la desaparición. Su escasa aportación al PIB de las islas es el fiel reflejo de esta situación. Hay que señalar que la renta de un agricultor en Balears representa poco más de la mitad de la renta media de un agricultor español. El principal motivo de esta situación es la insularidad y su impacto en los costes de las explotaciones agrarias isleñas. A esta problemática se le une la falta de relevo en los titulares de las explotaciones agrarias (hay pocos profesionales jóvenes) y una mano de obra más cara y difícil de retener por la demanda de los otros sectores productivos de las Islas.

La negociación de esta nueva PAC por parte de la Conselleria d’Agricultura del Govern balear ha sido positiva y ha conseguido reconocer los mayores costes de la insularidad que se ha traducido en que las Balears sean consideradas una única región agraria en España y se le ha subido el importe de la ayuda del nuevo Derecho de Ayuda Básica la Renta Sostenible (ABRS) para nuestra comunidad. Las nuevas exigencias medioambientales y de sostenibilidad suponen un gran reto para el sector agrario de las islas. Se crean nuevas figuras de ayuda como los ecoesquemas, pero con mayores exigencias verdes. Un nuevo reto para el año 2030 es que el 25% de la superficie agraria de la Unión Europea sea producción ecológica.

La superficie de producción ecológica en las Illes Balears en el año 2021 es del 18% de la SAU (datos de CBPAE y de IRFAP). El 82% de la superficie ecológica está destinada a forrajes y pastos, cereales, abonos verdes y bosques. En cuanto a ganadería, las cabezas de ganado en ecológico representan sólo el 8% de las totales, siendo las ovejas el principal producto ganadero ecológico.

Otro aspecto crítico en nuestras islas es el agua. El cambio climático hace que la gestión del agua pase a ser uno de los aspectos críticos en las islas del Mediterráneo. Según los datos del Pla Hidrològic de les Illes Balears (PHIB) revisado en 2022, en las Islas se consumen anualmente unos 247 Hm3 de agua. La mayor parte de este consumo provienen de aguas subterráneas (72%) siendo el consumo humano urbano y en viviendas aisladas de alrededor del 70% del total.

El sector agrario y ganadero consume solamente el 22% del agua consumida en nuestras islas, unos 54 Hm3. De estos, el 30% es de aguas regeneradas, unos 15 Hm3. Según datos del PHIB, el sector agrario ha pasado de consumir en el año 1992 155 Hm3 de agua subterránea a consumir en el año 2017 36 Hm3, lo que representa una disminución del 77% de agua subterránea. Nuestro sector ha reducido su consumo de agua subterránea, la mayor reducción de todos los sectores económicos.
Merece la pena llamar la atención de las autoridades hidraúlicas en particular y del Govern balear en general, respecto a la reutilización de aguas depuradas. Se depuran anualmente unos 97 hm3 y se reutilizan unos 33 Hm3, siendo el resto vertido en torrentes ó en el mar. Un problema muy grave es la salinidad de las aguas depuradas. Es muy importante para nuestro futuro tener unas aguas regeneradas de buena calidad que puedan ser reutilizadas en su totalidad.l