El turismo ha vivido en 2021 un año de transición. Tras un primer semestre complicado, el verano pasado se produjo un punto de inflexión evidente: los avances en la vacunación y la disminución de las restricciones de movilidad reforzaron la confianza y reactivaron la demanda comprimida durante meses. Como consecuencia el turismo repuntó moderadamente: a fin de año España había recibido 31,1 millones de turistas internacionales. Esta cifra supone un incremento del 64,4% respecto al año anterior, y nos hace mirar al futuro próximo con esperanza, aunque nos sitúa aún muy lejos de los 83,5 millones de visitantes de 2019. Las incertidumbres, desde luego, no han desaparecido pero todo parece indicar, con la prudencia y el realismo necesarios, que 2022 es el año de la recuperación. Como ha insistido la Organización Mundial de Turismo estamos ante una gran oportunidad de construir un mejor turismo.

¿Y qué es un mejor turismo? Me gustaría compartir en esta reflexión cuatro elementos que, desde mi perspectiva, pueden ayudarnos a configurarlo. En primer lugar, es un turismo que cuida la calidad. España ha empeñado mucho tiempo y el esfuerzo de varias generaciones para edificar la reputación que tiene como destino, y no podemos renunciar a ello. La excelencia de nuestro sector le ha permitido, por ejemplo, adaptarse con una agilidad asombrosa a las necesidades provocadas por el covid. En Grupo Iberostar hemos integrado la seguridad sanitaria en nuestra hoja de ruta incorporando la ciencia a nuestro modelo de negocio y trabajando por liderar un modelo de turismo cada vez más responsable. Para mantener los altos estándares de nuestros productos buscamos cada día maximizar la eficiencia, enfocados en la experiencia del cliente, y apoyándonos en las posibilidades que ofrece el mundo digital. Parece razonable continuar este camino y preservar el patrimonio de calidad turística que ha convertido nuestro sector en punta de lanza de la economía española.

El segundo elemento de un turismo mejor viene dado por la manera en que cuidamos a las personas, stakeholders, comunidades locales, clientes y, muy especialmente, a quienes trabajan con nosotros. En España hay mucho talento vinculado a este sector y lo tenemos que seguir promocionando. Sin duda, para Grupo Iberostar la mejor noticia de 2021 fue la reapertura total de nuestros hoteles y la recuperación de buena parte del empleo suspendido. Somos una empresa familiar, de personas que cuidan a personas. Cuando somos capaces de crear una seguridad laboral para miles de colaboradores, sentimos que estamos haciendo las cosas bien. Tenemos que mirar por nuestra gente, mejorar su formación y su motivación. Para ello es clave escuchar, mejorando los canales de comunicación, y acompañar.

El tercer elemento pasa por reforzar la propia visión del negocio. En definitiva, ser lo que somos. En Grupo Iberostar hemos reafirmado nuestra vocación de liderazgo en sostenibilidad. Avanzamos con paso firme en nuestra agenda 2030 hacia una economía circular y cumplimos los objetivos que nos hemos trazado. Este año 2022 la totalidad de nuestros hoteles en España consumirá electricidad proveniente de energías renovables. El cambio climático es una prioridad en nuestra agenda y por eso vamos a reducir el 8% de consumo energético a escala global, para cumplir nuestro objetivo de ser neutros en carbono en 2030. Además, en línea con nuestro compromiso para ser libres de residuos, hemos creado el primer departamento del sector hotelero dedicado a eliminar el concepto de desperdicio: el departamento 3R que se encarga de separar y pesar los productos de desecho con el objetivo de encontrarles un valor al final de su uso. Ya se ha puesto en marcha con éxito en 17 hoteles de EMEA y en 24 hoteles en América y cuenta con más de 130 personas. En lo que respecta al consumo responsable de pescado y marisco este año hemos alcanzando el 88% de nuestro objetivo en España, el 100% en México y el 70% en el conjunto de nuestros hoteles. Estamos apostando por los productores y comunidades locales para garantizar la legalidad y trazabilidad del pescado, combatir las capturas accidentales y velar por poblaciones de peces sanas.

El cuarto elemento supone construir el turismo sobre los propios valores. Trabajamos para aportar a la sociedad a partir de estos valores que forman parte de la identidad de la empresa. Los valores constituyen la filosofía y el soporte de cualquier organización, señalan lo que realmente nos importa y nos unen entre nosotros. Necesitamos tenerlos claros y comprobar que tratamos de vivirlos cada día. En Grupo Iberostar intentamos ser responsables, porque estamos comprometidos con las personas y con el entorno, humildes, porque tenemos límites y lo sabemos, apasionados porque amamos lo que hacemos, creativos porque estamos en constante evolución y transparentes, para ser cada día más íntegros en nuestras decisiones y en nuestras actuaciones.

Desde el esfuerzo de vivir y trabajar de esta manera seremos capaces de construir ese mejor turismo del que nos podremos sentir muy orgullosos: porque los cuatro elementos citados nos permiten, en definitiva, apoyarnos a partes iguales, sobre la rentabilidad y el legado, que no son incompatibles sino que conforman las dos caras de una misma moneda: rentabilidad que permite a la empresa generar riqueza y empleo y legado que mira hacia el futuro y piensa en la huella que dejaremos a los que vienen detrás.l