Gráfico de la variación anual del VAB. | Redacción El Económico

Balears ha sido una de las regiones de Europa más castigadas económicamente por la crisis derivada de la COVID-19. El Valor Añadido Bruto (VAB) cayó un 23,7% en 2020, más del doble que el conjunto de España (-11%), que a su vez fue el país de Europa que experimentó un mayor retroceso.

La economía de Balears ha sufrido mucho más debido a su especialización turística y en servicios. Las restricciones de actividad que requirió la crisis sanitaria lastraron el turismo, que es el motor de las Islas. Una crisis inesperada y profunda que pudo contener en parte su impacto social debido a dos medidas: los Expedientes de Regulación de Empleo, que evitaron el despido masivo de trabajadores, y los créditos masivos a empresas -además de ayudas directas, moratorias bancarias y cambios en la ley concursal-, que han evitado por el momento la quiebra de numerosas empresas.

El confinamiento que se decretó el 14 de marzo y que se alargó hasta mediados de mayo supuso un parón sin precedentes de la actividad económica, pero también una situación social nunca antes vivida por la aparición de una pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2, que ha cambiado el mundo. El Gobierno central obligó a la población a permanecer en casa sin salir para frenar la propagación del virus. que estaba saturando el sistema sanitario. Tras el confinamiento llegó la ‘nueva normalidad’ que, con el objetivo de contener la propagación del virus, estableció restricciones de aforo en la mayoría de actividades y frenó la movilidad aérea entre países, lo que impidió poder desarrollar una temporada turística normal. Estos son los principales factores que explican la caída sin precedentes de la economía de las Islas. En consecuencia, la economía ha cambiado de ciclo tras siete años de crecimiento con el que se pudo dejar atrás la Gran Recesión.

Economía de Baleares

A nivel macroeconómico, el confinamiento supuso una caída a cero de la oferta por obligación del Gobierno, aunque la capacidad empresarial estaba intacta y Balears no sufría una crisis de destino. Sin embargo, con la entrada de la nueva normalidad cayó la demanda debido por una parte a las restricciones a la movilidad y de oferta y, por otra, al aumento del desempleo que ha supuesto una disminución del consumo.  

El Govern balear sitúa la caída anual del Valor Añadido Bruto -equivalente al PIB sin contar los impuestos- en el -23,7%. El descenso es más del doble que el registrado en el conjunto de la economía española (-11%) y casi el triple que el conjunto de la Unión Europea (-8,3% según la Comisión Europea).

En el primer trimestre, que había transitado con normalidad hasta que se decretó el estado de alarma, solo los quince días de cierre bastaron para que el balance económico trimestral fuera de una caída anual del 5%. El parón de todas las actividades no esenciales hizo que en el segundo trimestre se registrara una caída de la economía de las Islas del 40,5% con respecto al segundo trimestre de 2020. En el tercer trimestre, con una temporada turística ínfima y corta -empezó tarde, vinieron muchos menos turistas de lo habitual y acabó de forma precipitada por el aumento de contagios-, el retroceso anual fue del 28%. Y en el cuarto trimestre se sumaron nuevas restricciones para contener la expansión de la COVID-19 y la economía retrocedió un 16,7% anual. Al contrario de lo que se había previsto, la recuperación no llegó con fuerza.

Economía de Baleares

Por islas, las Pitiüses han sido las más afectadas por su mayor dependencia turística, con un retroceso económico del 29,9%. La actividad en Mallorca cayó un 22,6%, mientras que en Menorca retrocedió un 23,3%.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística sitúan el PIB de Balears en 2019 en 33.799,7 millones de euros, por lo que un descenso del 23,7% supone que en 2020 el PIB fue de 25.789,2 millones, con una pérdida de actividad de 8.010,5 millones de euros. Es decir, que Balears ha perdido más de uno de cada cinco euros de actividad.

Por sectores

El sector servicios ha sido el que más ha sufrido, ya que la actividad ha caído un 25,2% en 2020. De hecho, la hostelería y la restauración, pero también el comercio y el transporte, han sido los sectores que más han visto lastradas sus cifras de actividad. En cambio, el sector primario y la construcción han sido los menos perjudicados por el parón económico, pero aun así han registrado descensos significativos. La construcción ha caído un 12,3% y el sector agropesquero ha sufrido una caída del 8,2%. Mientras que la industria ha sido la actividad más perjudicada después de los servicios, perdiendo un 19,4% de Valor Añadido Bruto.

En los últimos años, de gran dinamismo económico y especialmente del sector turístico, Eivissa y Formentera presentaban los mayores crecimientos año tras año, mientras que Menorca crecía, pero menos que el resto de islas.

En 2019, la principal preocupación era una ralentización del crecimiento que ponía en peligro la bonanza económica que vivían las Islas en los últimos años en un contexto de incertidumbre creciente.

Desde 2016 el crecimiento económico de las Islas fue positivo pero menor año tras año, con un Valor Añadido Bruto del 4,1% en 2016; 3,8% en 2018; 2,7% en 2017, y 2% en 2019.