Baleares ha experimentado a lo largo del año 2019 un proceso de desaceleración gradual. Creció, según el Govern, un 2,2% en el primer trimestre con respecto al mismo periodo de 2018; un 2% en el segundo; un 1,9% en el tercero; y un 1,8% en el cuarto. Las Pitiüses encabezan un año más el crecimiento en las Islas, con un 2,3% anual, pero también soportan la mayor caída del ritmo de crecimiento, frente al 3,5% de 2018. La actividad económica en Mallorca se incrementó un 1,9% en 2019, siete décimas menos que un año antes (2,6%). Mientras que Menorca avanzó un 1,5%, cinco décimas menos que en 2018 (2%).
Después de grandes caídas de la actividad en 2009 (-2,7%) y 2010 (-0,9%), la economía de Baleares ha vivido años de bonanza (0% en 2012; 0,3% en 2013; 1,0% en 2014; y 3,0% en 2015; 4,1% en 2016; 3,8% en 2017; y 2,7% en 2018, según los datos del Govern). La dinámica, por tanto, es de crecimiento, aunque no tan acelerado como en años previos.
Por sectores productivos, la construcción presenta el mayor incremento de volumen anual, un 3,2%. Los servicios avanzan un 2%. La industria aumenta un 0,4%. Mientras que el sector primario se queda estancado (0%).
Fundación Impulsa
El servicio de estudios de la Fundación Impulsa ofrece unas estimaciones similares y sitúa el crecimiento del VAB no agrario de Baleares en 2019 en el 1,8%. Ibiza y Formentera avanzaron un 2,1% anual, Mallorca un 1,8% y Menorca, un 1%.
Según Impulsa, el Arhipiélago encadena seis años de crecimientos (1,1% en 2014; 2,9% en 2015; 3,6% en 2016; 3,3% en 2017; 2,7% en 2018; y 1,8% en 2019). Sin embargo, solo en 2016 y 2017 el avance del PIB de las Islas fue mayor que la media española. Atrás queda un periodo de cinco años de caídas entre 2009 y 2013 excepto en 2011 (-2,9% en 2009; -0,6% en 2010; 0,4% en 2010; -0,9% en 2012, y -0,9% también en 2013). La economía de Baleares volvió en 2014, aunque la salida real de la crisis se hizo esperar un tiempo más.
Contribuyeron a ello la entrada de capital extranjero vía inversiones empresariales y compra de segundas residencias, los bajos precios del petróleo, un entorno de bajos tipos de interés, los incentivos del Govern a la reconversión hotelera, la promoción del turismo en temporada baja para contribuir a desestacionalizar y sobre todo los problemas de inseguridad que padecieron destinos turísticos competidores de Baleares, que desviaron sus clientes a las Islas dando como resultado las mejores temporadas turísticas de la historia del Archipiélago, no solo en número de visitantes sino también en rentabilidad.
Baleares crece por debajo de la media estatal, que Impulsa sitúa en el 2%, pero más que el conjunto de países de la UE-28, que alcanzó el 1,5%. Por trimestres, se puede observar que la actividad se ha desacelerado de forma similar en todos los sectores, incluido el turismo, que finalizó la temporada alta con una crisis provocada por la fallida del turoperador Thomas Cook.
El turismo, a la baja
Por sectores, la Fundación Impulsa indica que la actividad en la construcción creció un 3,5% y lideró la locomotora balear, aunque entre el primer trimestre y el cuarto se dejó 1,3 puntos. Los servicios avanzaron un 1,8%, mientras que la industria creció un 0,7%. Destaca a la baja el turismo, que creció un 1,2%. Entre el primer trimestre (1,5%) y el cuarto (0,7%) el sector turístico se ha ralentizado en 0,8 puntos porcentuales, más que los servicios en general y la industria, ambos con 0,6 puntos porcentuales menos a lo largo del año.
