A través de su experiencia y visión, abordan las claves para una regulación efectiva, los beneficios que presenta para el comercio de proximidad y los desafíos que plantea esta modalidad de alojamiento en nuestra comunidad | Foto: Miquel Alzamora

Joana Manresa, presidenta de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios (AFEDECO), y Miquel Àngel Salvà, vicepresidente de PIMEM-COMERÇ, analizan el impacto del alquiler vacacional en la economía local y el equilibrio entre su desarrollo y la sostenibilidad del territorio. A través de su experiencia y visión, abordan las claves para una regulación efectiva, los beneficios que presenta para el comercio de proximidad y los desafíos que plantea esta modalidad de alojamiento en nuestra comunidad.

Joana Manresa asumió la presidencia de AFEDECO, en junio de 2020, con el compromiso de «defender y promover los intereses del comercio balear y pidiendo coherencia en el debate de la saturación turística y su racionalización y sostenibilidad», explica Manresa. Asimismo, expone que «desde AFEDECO reafirmamos nuestro compromiso con la sostenibilidad y la lucha contra la oferta ilegal, subrayando la importancia de proteger el turismo como motor económico. De igual forma, apoyamos el alquiler turístico-vacacional, que representa el 30% de las plazas en la comunidad, siempre que esté sujeto a una regulación adecuada y límites razonables» Y añade que es imprescindible «destacar el impacto positivo que ejerce en la economía local, impulsando el comercio, la hostelería y el empleo, y fortaleciendo la economía circular al mantener el gasto dentro del tejido productivo local».

Joana Manresa, presidenta de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios (AFEDECO).

Según sostiene Manresa, sobre cuál es el impacto del alquiler vacacional en el comercio minorista y mayorista de Mallorca, explica que «se estima que cada turista alojado en una vivienda vacacional gasta alrededor de 100 euros diarios en la economía local, lo que repercute directamente en el comercio y otros sectores vinculados. Este fenómeno contribuye al fortalecimiento del tejido empresarial y al impulso de diversos negocios, consolidando un modelo que favorece la economía circular».

Por su parte, Miquel Àngel Salvà, vicepresidente de PIMEM, sostiene que «el turismo residencial ha supuesto un notable impulso al comercio mallorquín. En su mayor medida, se trata de un visitante familiar y con poder adquisitivo, que valora el producto local y de calidad. Es un perfil distinto al que tenemos estereotipado de sol y playa. Además, hay que tener en cuenta que ahora nuestro cliente no es solo el visitante, sino también el propietario de la vivienda. De ahí este auge de productos y servicios para el hogar: mobiliario, instalaciones, reformas, jardinería…»

PALMA - COMERCIO - Miquel Àngel Salvà , vicepresidente de Pimem - Comerç.
Miquel Àngel Salva, vicepresidente de Federació de la Petita i Mitjana Empresa de Mallorca (PIMEM).

Para Manresa uno de los sectores que está obteniendo mayores beneficios gracias a la presencia de turistas alojados en viviendas vacacionales es, «sin duda, el de la alimentación, ya que estos turistas suelen realizar compras en supermercados y tiendas de proximidad. Además, experimentan un impacto positivo los comercios relacionados con el equipamiento del hogar, el alquiler de vehículos y otros servicios vinculados a la estancia vacacional». En este contexto Salvà coincide con Manresa: «Un sector que ha aumentado facturación es la alimentación; tanto supermercados como comercios de especialización y gourmet, pero también artesanía, arte, moda».

La presidenta de AFEDECO afirma que existen diferencias en el impacto económico entre zonas turísticas tradicionales y barrios residenciales donde ha crecido el alquiler vacacional. Y explica que «el impacto económico varía según la ubicación. En los barrios tradicionales, donde este tipo de alojamiento ha proliferado, el beneficio sobre la economía local es mayor. Se trata de dos modelos con perfiles turísticos distintos que deben convivir, ya que ambos responden a una demanda actual del mercado».

Por su parte, el vicepresidente de PIMEM asegura que «son dos supuestos y modelos diferentes. El comercio de las zonas turísticas tradicionales y maduras se centra en una oferta enfocada a este tipo de cliente: souvenirs, fast food, tiendas rápidas de servicio... El turismo residencial ha influido en el comercio fuera de estas rutas y, en especial, en pueblos, donde ha contribuido a que la oferta comercial se mantenga e incluso crezca y se diversifique. En zonas residenciales de Palma no hay un incremento significativo de ventas porque está prohibido en plurifamiliares. Lo que hay son muchas compras por parte de extranjeros, que comparten demanda de los bienes comentados».

Sobre si ha percibido cambios en los hábitos de consumo de los turistas que optan por alquiler vacacional frente a los que se hospedan en hoteles, Salvà asegura que «son diferentes. El turismo hotelero, del que excluyo los boutique hotels urbanos, consume principalmente productos pensados por y para los turistas. En cambio, el turismo residencial consume productos y servicios como los que consumimos nosotros en nuestro día a día, lógicamente adaptados a su poder adquisitivo». Por su parte, Manresa apunta que «el principal cambio es el perfil del turista. Generalmente, quienes eligen el alquiler vacacional son familias que buscan una experiencia más tranquila y flexible, lo que repercute en sus patrones de consumo y en su forma de interactuar con el comercio local».

Respecto a las principales demandas de estos turistas en cuanto a productos y servicios y cómo están respondiendo los comercios a estas necesidades, Manresa, detalla que «los turistas que se alojan en viviendas vacacionales demandan, principalmente, productos de alimentación, servicios de restauración y alquiler de vehículos, entre otros. Los sectores involucrados han sabido adaptarse eficazmente a estas necesidades, ofreciendo una oferta diversificada y ajustada a sus expectativas». Y puntualiza que «desde AFEDECO apostamos por un turismo de calidad, tanto en su modalidad tradicional como en el alquiler turístico-vacacional, siempre que cumplan con criterios de excelencia y contribuyan al desarrollo equilibrado del destino. El alquiler vacacional, cuando está bien regulado y gestionado con responsabilidad, impulsa la economía local y fortalece el comercio de proximidad. Para garantizar su sostenibilidad, abogamos por medidas que equilibren el crecimiento económico con el bienestar de los residentes y la conservación del territorio».

En cuanto a las medidas que deberían tomarse para encontrar un equilibrio entre el desarrollo del comercio local y la sostenibilidad del alquiler vacacional, el vicepresidente de PIMEM expone: «En este sentido, no pretendemos intervención administrativa. Únicamente pedimos a las distintas administraciones un cambio en la promoción de Mallorca con el eje de consolidarlo como un centro de compras. Podemos competir con Milán, París, Bruselas… Tenemos una magnífica conectividad aérea, un destino cómodo y seguro para un city break de compras. En el seno de PIMEM lo definimos como Mallorca Shopping Destination».

Para concluir, Salvà explica que «desde PIMEM somos conscientes de la importancia de que el comercio local se integre en la experiencia del turismo residencial, no solo como una oportunidad económica, sino también como una forma de preservar la identidad y sostenibilidad de nuestro entorno. No obstante, quiero poner en valor que PIMEM es la patronal que aglutina al autónomo y al pequeño empresario, independientemente del sector: comercio, restauración, fontanería, taxi, etc. Enfocamos y ponemos mucho hincapié en la promoción del producto local y de proximidad. Y, por descontado, apostamos por la calidad y la excelencia del servicio, pero pensando en un cliente que sabe y aprecia, sea visitante o no».

«El alquiler vacacional, bien regulado, nos beneficia a todos»

El presidente de la Asociación Mallorquina de Autónomos del Taxi (AMTAT), Toni Cladera, analiza el impacto del alquiler vacacional y del turismo residencial en la movilidad y el transporte en la Isla. Para Cladera, «el alquiler vacacional, cuando se desarrolla dentro del marco legal, es positivo, como cualquier otro sector. Su regulación es clave para garantizar un equilibrio sostenible. Sin embargo, cuando se exceden los límites normativos, se generan problemas que afectan a todos los sectores, incluido el taxi. Actualmente, la Isla está saturada en muchos aspectos, y es fundamental respetar las normativas para mantener una convivencia adecuada».  Por otro lado, destaca que el alquiler vacacional contribuye a descentralizar el turismo y generar nuevas rutas de movilidad en la Isla.

En cuanto a la diversificación del alojamiento turístico y su impacto en el sector del taxi, Cladera sostiene que «diversificar la oferta es fundamental. Cuando el alquiler vacacional se regula con coherencia, atrae a un turismo de calidad, que es el que realmente interesa a Mallorca. Frente a los grandes hoteles, que en muchos casos fomentan un turismo masivo con poco impacto positivo en la economía local, la oferta residencial nos permite atraer a visitantes de perfil medio-alto. Este tipo de turista disfruta de la oferta complementaria, como la gastronomía, la náutica y el comercio local, beneficiando a muchos sectores, incluido el taxi».

Por último, Cladera subraya que el alquiler turístico y residencial fomenta el uso del taxi como un medio de transporte cómodo y seguro, especialmente entre aquellos visitantes que buscan moverse con facilidad sin preocuparse por alquilar un vehículo o las restricciones de tráfico en ciertas zonas.