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La Diócesis y el Cabildo se preparan para celebrar dos importantes centenarios, el de la finalización de la obra inacabada de Gaudí en la Seu, donde trabajó entre 1904 y 1914, y el de la muerte del obispo Campins (1898 - 1915), el «mejor prelado que tuvo Mallorca desde la Conquista», según decía el fallecido canónigo Pere Joan Llabrés. Así, 2014 y 2015 serán años de fastos culturales y pastorales. Para celebrar el primero, el Capítulo de la Catedral se dispone a restaurar la huella gaudiniana en las capillas de la Trinitat y Real, el origen del templo.

Además de estas obras de puesta a punto de los elementos de Gaudí y los que completó su discípulo Jujol, el Cabildo cuenta con una subvención de 200.000 euros de la Conselleria d'Obres Públiques para restaurar la parte inferior de la Capella de la Trinitat, hoy ocupada por pasillos y dependencias de lavandería y plancha. Según explicó Joan Bestard, el canónigo encargado de obras en la Seu, el Capítulo no podrá disponer de la esperada subvención de Sa Nostra «debido a la crisis», pero la obra se llevará adelante bajo la dirección del arquitecto madrileño Valentín Berriochoa y los de la Seu, Enric Taltavull y Sebastià Gamundí. El proyecto, ambicioso, pretende «recuperar el espacio original ya que en esa zona nació la Catedral» en 1306, señaló Bestard. La obra total costará unos 500.000 euros.

En cuanto a la restauración del mobiliario y decoración creada por Gaudí, que, por ejemplo, en el lado derecho del coro no llegó a finalizar, Joan Bauzá, vicepresidente del Cabildo, confirmó que «se tiene que concretar en un proyecto que debe ser votado».

Tanto el arquitecto catalán como el obispo Campins que le escogió para la reforma de la Catedral fueron dos hombres adelantados a su tiempo cada uno en su campo de acción. Según estudiosos de la figura del prelado, «fue un hombre que promocionó la lengua y la cultura de Mallorca, un gran organizador y hábil diplomático que se supo rodear de consejeros muy cultos como Costa i Llobera o Alcover».