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Cuatrocientos vecinos del municipio de Alaró, residentes en la zona rústica del pueblo, llevan desde el mes de septiembre sin recibir el servicio postal en sus domicilios. El Ajuntament y Correos mantienen un pulso desde principios del 2009 sobre la condiciones del servicio y la señalización de las casas ubicadas en zona rústica.

Correos alega que con la señalización actual en la zona rústica, donde se identifican las casas según el número de polígono y parcela, el servicio de entrega postal no es eficaz y exige al Ajuntament que señalice los caminos dotándolos de una placa explicativa y que identifique las viviendas de forma singular con un numero correlativo dentro del mismo camino. Correos se ampara en estas medidas alegando que el procedimiento «está recogido en el BOE, donde esta señalización se considera obligatoria».

Desde el Consistorio alaroner aseveran que la potestad de decidir cómo están señalizados los caminos «es suya» y cuestionan que el BOE «lo considere obligatorio». El alcalde de Alaró, Joan Simonet, explica desde el Ajuntament que «se está haciendo todo lo posible para garantizar el servicio postal a los vecinos». «Dentro de los presupuestos para 2010 hemos aprobado una partida para la señalización de todos los caminos, para que éstos dispongan de una plaza identificativa con el nombre de la calle», manifiesta Simonet.

Según Joan Simonet, «la situación actual sólo puede solucionarse si Correos cede y reparte las cartas respetando la señalización actual o con una actuación legal por parte de los vecinos afectados o por el Ajuntament». En este sentido Simonet aseguró que «si las cosas no mejoran Correos será demandado, ya que los ciudadanos tenemos derecho a defendernos cuando somos fruto de una ilegalidad». Mientras el Ajuntament y Correos no llegan a un acuerdo, los cuatrocientos vecinos afectados deben recoger su correspondencia en la delegación que Correos dispone en el municipio.