El músico L.A. ha sido uno de los triunfadores del año.

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Que Internet juega un papel cada día más importante en la difusión de la música es evidente. También que resulta mucho más fácil hoy publicar un disco, aunque las condiciones no sean precisamente las mejores ni ello implique un verdadero progreso para un grupo, porque para la generación Myspace tanto vale colgar la maqueta como enviarla a fábrica y llamarla álbum y eso es un arma de doble filo. En cualquier caso, la escena musical local sigue sobrada de talento y no es necesario tener disco para hacerte oír, como han demostrado Papá Topo, uno de los nombres propios de este 2009.

El grupo, con una media de edad que no pasa de los 17 años, acaba de fichar por Elefant Records después de que varios blogs especializados empezaran a hablar de ellos. Así de convincentes son sus canciones. Si Papá Topo son el futuro, la bandera del presente la ondean L.A. y Joan Miquel Oliver.

El líder de Antònia Font ha editado Bombón Mallorquín (Blau), su segundo álbum en solitario, mientras Luis Alberto Segura, L.A., publicaba al fin Heavenly Hell (Universal), su debut en una multinacional, sin techo a la vista. También han estrenado proyecto Jaime García Soriano (Sr. Nadie), y John Tirado, mientras proyectos como Anegats, Haddock's Orphans, Son & The Holy Ghosts y L'Equilibriste siguen madurando. A finales de año ha llegado el segundo largo de la cocinera de rumba Tiu, y los exiliados Blue Child y La Musicalité siguen intentando hacerse un sitio en el mainstream nacional.

Pero quizás tan importante es hablar de los que tienen nuevo disco como de los que no: Beach Beach, El Gran Amant, Monta-Mán, Nit Glow, Ella Drácula, Rosemary's Babe, Neurona, Poal... además de los renacidos Demonio Sánchez, ahora llamados Gran Sol.

Todos ellos forman una prometedora escena con mucho futuro.

Algunos seguirán los pasos de The Bankers y los ibicencos Fameliars, que han optado por la autoedición, firmando dos de los discos más interesantes de este año. Los menorquines Delên por su parte, encontraron un sello que confió en ellos para publicar su precioso debut. Pero sigue habiendo allí una gran frontera entre los grupos con disco y los grupos con disco y que además tienen detrás un sello con medios y ganas de promocionarlos. Y allí reside la verdadera diferencia.