Imagen del avión tras aterrizar en el aeropuerto de Detroit.

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Las investigaciones sobre el intento de ataque terrorista de ayer en un vuelo que iba a aterrizar en Detroit (EEUU) apuntan a la posibilidad de que el autor, un nigeriano hijo de banquero que se atribuye vínculos con Al Qaeda, pudo actuar realmente en solitario. Los agentes del FBI tomaron ayer declaraciones al sospechoso, un hombre de 23 años identificado como Umar Farouk Abdulmutallab, que se encuentra ingresado en un hospital de Michigan debido a las quemaduras severas que sufrió en sus piernas durante el ataque.

Según publicaron ayer los medios estadounidenses, el hombre aseguró en sus declaraciones que mantiene vínculos con la red terrorista Al Qaeda y que ha recibido entrenamiento y medios para este atentado. No obstante, y a falta de una confirmación, los investigadores han puesto en tela de juicio esta afirmación y manejan también la hipótesis de que pudo actuar solo, inspirado por la organización terrorista, pero sin recibir órdenes ni entrenamiento de ella.

Atentado terrorista

De momento, la Casa Blanca ha dicho que considera el incidente un intento de atentado terrorista. Aunque el nombre del nigeriano no está incluido en el listado de la Agencia de Seguridad del Transporte, su nombre sí aparece en la lista del Gobierno estadounidense de sospechosos de terrorismo.

El sospechoso ha declarado que viajó a Yemen para hacerse con el artefacto explosivo y con las instrucciones para activarlo, posibilidad que está siendo investigada por las autoridades de ese país. El incidente ocurrió cuando el vuelo procedente de Amsterdam con 278 pasajeros a bordo, algunos de ellos procedentes de Nigeria, había iniciado las maniobras de aproximación al aeropuerto de Detroit.

Abdulmutallab estudió ingeniería en la londinense University College London (UCL), trató de activar en sus piernas un artefacto incendiario o explosivo en el interior de la cabina de pasajeros, aunque sin mucho éxito.

Los pasajeros que permanecían en el interior del vuelo describieron momentos de pánico cuando el sospechoso intentó activar el artefacto y se produjeron algunas llamaradas en el interior de la cabina y se oyeron pequeñas explosiones, como de petardos. El sospechoso aparentemente logró pasar los controles al llevar adherido a sus piernas, con una cinta adhesiva, parte del material que iba a utilizar para activar el artefacto. Algunos pasajeros resultaron heridos y otros comentaron que oyeron «como un petardo en un almohadón».