Vicenç Grande y José Miguel García, en una imagen captada en Son Moix cuando ambos todavía mantenían una buena relación. | T. MONSERRAT

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El Real Mallorca ha convocado para mañana viernes Junta universal de accionistas en la que se debe aprobar la gestión del consejo de administración y el ejercicio económico de la pasada temporada y que se encuadra en el balance que comprende del 1 de julio de 2008 al 30 de junio de 2009. Aprobar las cuentas es una exigencia imprescindible para cualquier sociedad anónima deportiva y Mateu Alemany se encontrará con un problema, la negativa del vicepresidente del club, José Miguel García, a aprobar los movimientos de la etapa en que Vicenç Grande era todavía propietario de la SAD Balear.
Según manifestó ayer el propio García a Ultima Hora, su intención es la de mantenerse firme en su idea de desmenuzar al detalle los movimientos que efectuó el club en el período comprendido entre el 1 de julio de 2008 al 15 de enero de 2009, cuando todavía Grande mandaba en el Mallorca y se realizaron toda una serie de operaciones que el vicepresidente desea conocer al detalle y no sólo hacerlo por referencias o sospechas. El segundo miembro en importancia del consejo no pondrá impedimentos a aprobar los movimientos realizados por Alemany desde que tomó posesión a mediados de enero de 2009 hasta final de temporada, pero se mantendrá firme en su posición de saber cómo se administró el club durante el último semestre del 'grandismo'.
García quiere saber los números al detalle y solicitará documentación sobre los movimientos efectuados por el propietario de Drac en el Mallorca. También reclamará información acerca de la ampliación de contrato del director deportivo, Nando Pons, que fue renovado en su cargo por Grande hasta 2014 por unos emonumentos extraordinarios. García vuelve a pasar a la acción.