Rosa Barceló, Margalida Tous, Miquel Rosselló, Joan Font, Bartomeu Llinàs, Francina Armengol, Francesc Moll, Francesca Vives y Pere Joan Martorell, ayer en la apertura de la Setmana. | M. À. Cañellas

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«No me voy a cortar ni un pelo para decir lo que pienso», advirtió ayer Jaume C. Pons Alorda, pregonero de la XXI Setmana del Llibre en Català. El poeta adoptó de nuevo el papel de showman para inaugurar la cita literaria -que se podrá visitar hasta el 7 de marzo en el patio de La Misericòrdia-, presentando la literatura como un buen remedio contra los males que padece Balears.
La radiografía de Pons Alorda no se quedó corta: «¡Paro, crisis, corrupción, hecatombe! Menudo desastre», exclamó. «Vaya festival. Leer los medios de comunicación cada día se ha convertido en una telenovela de ésas que miran las abuelas después del café. Contra todos estos políticos corruptos y mentirosos: lectura», dijo. «Menuda miseria mental pura y dura», afirmó al referirse a los bajos índices de lectura. «Contra el negativismo imperante, fornicad con las palabras y con la alegría de la escritura», sugirió. El poeta también reclamó «políticas culturales fuertes» y un sistema educativo «válido».
Ante los cambios que sufre la industria editorial, que se transforma para adaptarse al mundo digital, el pregonero también reivindicó la vigencia de iniciativas como la Setmana del Llibre y la edición de obras en papel: «Este festival físico, donde tocas y vuelves a tocar, no lo podrá cambiar ningún e-book. Experiencias gloriosas como ésta serán necesarias siempre».
Los discursos políticos siguieron otra línea. El conseller insular de Cultura, Joan Font, destacó la capacidad de la lectura de «fomentar el conocimiento de la lengua catalana y su literatura, heredera de una tradición de 800 años de historia». Por su parte, el conseller de Cultura del Govern, Bartomeu Llinàs, reconoció que «en las Islas no hay tantos lectores como nos gustaría». También asistieron la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol; el conseller insular Miquel Rosselló; la consellera del Govern Francesca Vives o el presidente del Gremi de Llibreters, Francesc Moll. La representación del mundo literario en el acto inaugural incluyó a Antònia Vicens, Guillem Rosselló Bordoy, Neus Canyelles, Àngel Terrón, Biel Florit, Damià Pons y Toni Artigues, entre otros.