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Un hombre aceptó ayer una condena de un año y once meses de cárcel por un delito de amenazas. El acusado había protagonizado varios incidentes en los juzgados de Via Alemania que llegaron a su culmen un día en el que de palabra y mediante gestos amenazó al magistrado que se encontraba de guardia y a varios de sus funcionarios, antes de ser reducido por los miembros de seguridad del edificio y detenido por la Policía Nacional. Al acusado se le aplica un eximente incompleto dados sus problemas mentales y que presenta brotes psicóticos.
La fiscal pide además que se sustituya la pena por la expulsión del territorio nacional y aquí está precisamente el problema.
La identidad del hombre plantea varios interrogantes. En el juicio que se celebró ayer en un juzgado de Palma afirmó llamarse Marcos, ser canario e incluso dio un número de DNI. Su más que evidente acento pone bajo sospecha esta afirmación, más aún porque no tiene ninguna documentación que acredite su nacionalidad, aunque tampoco la hay de la otra opción. En un principio, el hombre estaba identificado como Ahmed, de nacionalidad libanesa, algo que él niega y que llevó a que la vista ya fuera suspendida una vez. En aquella ocasión, el condenado llegó a hablar de una presunta colaboración con varios servicios secretos.