Pau Gasol y Rafael Nadal, en la Academia del tenista en Manacor. | @RafaelNadal

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Mucho se ha hablado, debatido y comentado sobre quién es el mejor deportista español de todos los tiempos. Pero un nombre genera unanimidad por encima del resto. Rafael Nadal es el señalado por muchos, por delante de otros pesos pesados que han dejado su huella en sus respectivas modalidades. Si Santana fue el pionero, Nadal barrió todos los registros del tenis español con 22 títulos de Grand Slam (14 de ellos en Roland Garros) y 92 títulos ATP que se suman a sus dos medallas de oro olímpicas (Pekín 2008 y Río 2016), además de una larga serie de éxitos que le colocan entre lo más alto de la aristocracia del deporte mundial.

Hasta la llegada de Nadal (Manacor, 3 de junio de 1986), muchos eran los exponentes del deporte español. Echando la vista atrás, todos apuntaban al legendario motociclista Ángel Nieto y más adelante a Marc Márquez; el citado Manuel Santana o la también tenista Arantxa Sánchez Vicario, o el doble campeón del mundo de Fórmula Uno, Fernando Alonso, eran otros de los señalados, además de la nadadora Mireia Belmonte, oro olímpico.

Muy cerca estaba un buen amigo de Nadal, el baloncestista Pau Gasol, campeón del mundo, Europa, de la NBA, triple medallista olímpico y leyenda del deporte de la canasta; otro al que se colocaba cerca del balear era el ciclista Miguel Indurain, cinco veces ganador del Tour de Francia, dos del Giro de Italia y campeón olímpico de contrarreloj. O por delante de Toni Bou, 36 veces campeón del mundo de Trial.

Dentro de la generación de oro del deporte español y balear, el nombre de Rafael Nadal está siempre por encima del resto. Junto a él brillaron Jorge Lorenzo, Mario Mola, Rudy Fernández, Alba Torrens, Melani Costa, Joan Llaneras, Marcus Cooper Walz y otros muchos más que siempre tuvieron como exponente y referente a un tenista de Manacor que forma parte de la leyenda.