Jaume Munar y Andrey Rublev, que este martes se enfrentan en la segunda ronda del Masters 1.000 de Montecarlo, posan con sus trofeos tras la final de Roland Garros júnior en 2014. | Reuters

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La pista central del Montecarlo Country Club sitúa frente a frente a Jaume Munar y Andrey Rublev, que protagonizarán un reencuentro especial sobre tierra batida. El mallorquín y el moscovita disputan este martes (13:00 aproximadamente) su tercer encuentro como profesionales, pero antes de ingresar en el circuito ya habían protagonizado uno de esos duelos que se graban a fuego en la memoria. Y es que hace ocho años, diez meses y cuatro días se vieron las caras en la final júnior de Roland Garros en su edición de 2014.

El de París no fue su primer partido porque semanas atrás Jaume Munar había superado a Rublev en final de un ITF disputado en Villena, pero el duelo por el título sobre la arcilla gala iba a ser el más importante de sus prometedoras carreras. En la pista 2 de Roland Garros Rublev hizo valer su consistencia para alzarse con la victoria por 6-2 y 7-5 tras una hora y 33 minutos de juego.

Lo único que me da esto es experiencia. Si al final no hago algo grande a nivel profesional, no habré sido nadie y esto no se recordará nada. Creo que tanto el equipo técnico como la familia siempre me hacen mirar un poco más allá para estar con los pies en el suelo. En realidad no he hecho nada, es un simple torneo junior donde tengo que coger experiencia para jugar con los profesionales», explicaba minutos después en una pequeña pero abarrotada sala de prensa Jaume Munar, que dejaba así su mejor tarjeta de presentación para muchos de los enviados especiales de los medios españoles que atendían al torneo pendientes de un nuevo éxito de su paisano, Rafael Nadal. Con el subcampeonato el santanyiner igualaba el registro del primer mallorquín en disputar la final júnior del Grand Slam francés, Alberto Tous, que sucumbió ante Henri Leconte en 1980.

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Su nivel sobre la pista delataba su talento y sus palabras dejaban al descubierto su madurez, coherencia y ambición cuando apenas hacía un mes que había cumplido los 17. Un año después debutaría en el ATP 500 de Hamburgo y en 2017 regresaría a casa para comenzar a trabajar en la Rafa Nadal Academy de Manacor bajo la batuta de Pedro Clar -miembro del equipo técnico de Casper Ruud- y Tomeu Salvá, que sigue guiando sus pasos.

Los frutos del trabajo realizado en la factoría de talentos de Manacor llegarían en 2018 ingresando en el top 100 y llegando a disputar las NextGen Finals que cerraron el curso. Fue el año en el que volvió a enfrentarse a su verdugo en la final de Roland Garros júnior, Andrey Rublev, en sus dos únicos enfrentamientos desde entonces. El primer asalto en Winston-Salem fue para el de Santanyí y el segundo para Rublev, que se impuso en el partido por el tercer puesto de las NextGen Finals en las que se coronaría Stefanos Tsitsipas, ganador precisamente de las dos últimas ediciones del Masters 1.000 de Montecarlo.

Sus caminos, aunque han seguido rutas diferentes, vuelven a cruzarse este martes en Montecarlo con Munar buscando una victoria de prestigio para cargarse de confianza y para recuperar el terreno perdido en el ránking (88). El mallorquín, que tiene en la final de Marbella su mejor resultado y el puesto 55 como su techo en el ránking, persigue su tercera victoria ante un top ten como Rublev, sexto del ránking y campeón de doce títulos individuales además de la Copa Davis.