Rafael Nadal y Carlos Alcaraz, se saludan antes del encuentro de cuartos de final del Mutua Madrid Open, este viernes en la Caja Mágica. | Emilio Naranjo

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La Caja Mágica alberga este viernes uno de los duelos más esperados de la ATP. Rafael Nadal y Carlos Alcaraz protagonizan el tercer episodio del duelo generacional del tenis español en los cuartos de final del Mutua Madrid Open tras tener que emplearse a fondo para superar sus respectivos compromisos de octavos. El choque ha generado una gran expectación y, sin duda, da brillo al cartel de un torneo en el que aún queda la posibilidad de celebrar el reencuentro entre el manacorí y Novak Djokovic, que no tuvo que pasar por la anterior ronda después de que Andy Murray se diera de baja por enfermedad antes de jugar.

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El partido entre Rafael Nadal, que salvó hasta cuatro bolas de partido para superar a Goffin, y Carlos Alcaraz, que ayer cumplió 19 años, se disputa este viernes a partir de las 16:00 y se podrá seguir por televisión en abierto a través de La 1. Con las entradas agotadas para la pista Manolo Santana, también se aguarda una gran audiencia televisiva teniendo en cuenta el revuelo que ha generado una contienda en la que el mallorquín ha esquivado el cartel de favorito tras la inactividad por su lesión en las costillas. Precisamente el balear cayó lesionado en su último duelo con el jugador murciano en las semifinales del Masters 1.000 de Indian Wells, donde acabaría sufriendo su única derrota en lo que va de 2022 al disputar mermado la final ante Taylor Fritz.

El balance de enfrentamientos entre Rafael Nadal y Carlos Alcaraz es favorable al primero, que ha salido airoso en las dos ocasiones en las que se han visto las caras. Precisamente su primer partido se disputó en el Mutua Madrid Open en 2021 y se saldó con un contundente triunfo del manacorí por 6-1 y 6-2, mientras que el último se disputó el pasado mes de marzo en el desierto californiano. El ganador de 21 títulos de Grand Slam se impuso por 6-4, 4-6 y 6-3 en tres horas y 12 minutos en un partido memorable que eso sí acabaría pasándole un alto peaje a Nadal, que sufrió una lesión en las costillas que le privó de competir en Montecarlo y Barcelona condicionando sobremanera su temporada de tierra batida.