Desde el próximo sábado no podrá haber público en las gradas. | DAVE HUNT

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El Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' de la temporada, continuará jugándose a pesar del confinamiento de cinco días al que las autoridades del estado de Victoria someterán a Melbourne a partir del sábado, aunque sin público.

El primer ministro de Victoria, Daniel Andrews, ha anunciado este viernes un confinamiento de cinco días a partir de las 23:59 horas de este mismo viernes, por lo que no afectará a las sesiones previstas en el 'grande' oceánico, que se disputa en Melbourne Park, para este viernes, en las que sí podrá haber espectadores.

Sin embargo, desde el sábado, no podrá haber público en las gradas. «Estamos notificando a los portadores de entradas, a los tenistas y al personal que no habrá aficionados en el Abierto de Australia durante cinco días, a partir del sábado 13 de febrero», indicó la organización, que ha informado de que se devolverá el dinero de las entradas.

La medida del gobierno del estado de Victoria se produce para controlar un nuevo brote de coronavirus en Melbourne. Hasta el momento, Melbourne Park podía acoger hasta 30.000 espectadores al día, aunque en ninguna de las jornadas celebradas hasta el momento se había alcanzado dicha cifra.