Rafael Nadal se fotografía con dos aficionadas, ayer, en Son Sant Joan.

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Rafael Nadal ya ha tomado contacto con el escenario de su próximo gran desafío. El tenista mallorquín, número cinco del mundo y reciente ganador por octava vez de Roland Garros, viajó ayer rumbo a Londres para acelerar su adaptación a la nueva superfície (la hierba), en los albores del inicio del tercer Grand Slam del curso: Wimbledon.

Tras un breve descanso que ha permitido evolucionar en la mejoría de su rodilla, el 'manacorí' vuelve al torneo que supuso para él el final del curso 2012. La derrota en segunda ronda ante el checo Lukas Rosol hace que Nadal apenas tenga que defender 45 puntos sobre el verde del All England Club. Y en todo lo que resta de temporada, lo que multiplica sus opciones de avanzar posiciones en el ránking de la ATP.

El tenista afronta el salto a la hierba, la superfície en la que menos partidos ha jugado durante los dos últimos años, con la ilusión de volver a meterse entre los mejores, ronda a ronda, y optar a la que sería su tercera corona en el Grand Slam londinense.

«Tengo ganas de jugar bien, pero siempre. Wimbledon es especial. Competir allí me ilusiona y es una motivación extra, por lo que significa este torneo», explicaba Nadal ayer, a su salida desde Son Sant Joan.

La falta de rodaje en hierba es el hándicap de un Nadal que por ello viaja con unos días de adelanto a Londres, toda vez que no ha disputado ninguno de los torneos previos a Wimbledon.

Trabajo

«No sé cómo voy a responder porque prácticamente llevo dos años sin poder jugar bien en hierba. El año pasado llegué muy mal de la rodilla a Halle y a la semana previa a Wimbledon, así que ahora hay que trabajar, hacer las cosas bien y esforzarse para llegar competitivos a la primera ronda», admitía Nadal. El tenista recordaba que «en hierba hay que ser agresivo. Voy con la incertidumbre de no haber jugado en una superficie que es diferente a todo lo demás. Tienes que entenderla, aprender a saber cómo jugar los puntos, la manera de conseguirlos y cómo enfocar las situaciones. Tengo que jugar similar a Roland Garros dónde jugué bastante agresivo y adaptarlo a la hierba».

Destinado a salir como cabeza de serie número cinco en Londres, lo que le podría llevar a verse las caras con Djokovic o Federer en unos hipotéticos cuartos de final, Rafael se muestra «tranquilo. No hay margen para la tensión o los nervios». Eso sí, tras Roland Garros (ocho títulos), Wimbledon es su segundo Grand Slam en cuanto a resultados. Dos victorias (2008 y 2010) y tres finales (2006, 2007 y 2011) adornan allí la hoja de servicios de Nadal.