Rafa Nadal, durante el partido que le ha enfrentado a Andy Murray en semifinales de Wimbledon. | TOBY MELVILLE

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Por quinta vez esta temporada en otras tantas finales Rafael Nadal y Novak Djokovic cruzarán sus trayectorias. Los dos mejores jugadores del mundo volverán a medir sus fuerzas mañana y será por hacerse con la corona de Wimbledon. La pista central del All England Club espera el mejor partido posible después de que los dos grandes favoritos apartaran de su camino a Andy Murray y Jo Wilfried Tsonga.


Nadal tumbó al escocés por 5-7, 6-2, 6-2, 6-4 y Djokovic hizo lo propio con el francés (7-6(4), 6-2, 6-7(9), 6-3) para convertirse en el nuevo número uno del mundo desbancando precisamente a su rival de mañana.dal disputara su quinta final de Wimbledon ante su enemigo más habitual de los últimos meses, Novak Djokovic, que le ha privado de cuatro títulos en 2011 (Indian Wells, Miami, Madrid y Roma). Nole se ha convertido en su bestia negra al mismo tiempo le ha arrebatado la posición de mayor privilegio de la clasificación mundial.


Defensa


Ahora, el mallorquín defenderá su corona tras afianzar su progresión durante el torneo, después de minimizar los problemas físicos que le han obligado a jugar infiltrado y con una gran racha en el All England Club, donde no pierde desde la final de 2007 encadenando veinte victorias seguidas.

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El manacorí ha jugado y ganado más partidos (51/7) que Djokovic en lo que va de temporada, pero el serbio ha perdido menos (47/1). El jugador balcánico solo ha caído en las semifinales de Roland Garros ante Federer y su ausencia en los torneos de hierba previos al tercer grande del curso no han limitado sus posibilidades, porque se ha mostrado más que solvente en Londres.


Es el pulso más deseado, un pulso que se ha cargado de muchos más alicientes de los que ya tiene de por si una final de Wimbledon. Y es que la competitividad de ambos se multiplicará para hacerse con el trofeo más prestigioso de cuantos se ponen en juego a lo largo de la temporada.


La efeméride del 125 aniversario también adorna la atmósfera de la rivalidad que más partidos ha protagonizado entre los jugadores en activo. Nadie se ha enfrentado en más ocasiones de las que ya lo han hecho Nadal y Djokovic, que volverán a verse en la final de un grande después de que lo hicieran en el encuentro decisivo del último US Open.


El mallorquín aspira a su undécimo torneo del Grand Slam (6 Roland Garros, dos Wimbledon, un Open de Australia y un US Open adornan sus vitrinas) y el serbio su tercera gran presea (dos Open de Australia). Pero todo esto se aparcará mañana cuando ambos se coloquen a cada lado de la red, porque no juegan por el pasado, sino que lo hacen por adueñarse del presente y gobernar el futuro.