El tenista Rafael Nadal celebra hoy, domingo 24 de enero de 2010, durante el partido ante el croata Ivo Karlovic por la cuarta ronda del abierto australiano de tenis en Melbourne (Australia). | Reuters

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Melbourne Park aguarda hoy un duelo de cuartos que desprende aroma a final anticipada. Tras superar con solvencia sus compromisos en la primera semana de competición, Rafael Nadal y Andy Murray cruzan sus trayectorias a partir de las 09.30 (hora española) por una plaza en las semifinales, donde les aguarda el vencedor del partido que ha enfrentado esta pasada madrugada a Andy Roddick y Marin Cilic.

«He hecho el trabajo que tenía que hacer hasta el día de hoy, pero ahora viene un momento en el que hay que jugar al mejor nivel. No hay vuelta de hoja, hay que jugar al máximo y hacerlo muy bien», dijo Nadal. No hay lugar a dudas, es la hora de la verdad.

Los precedentes sonríen al mallorquín, que domina 7-2 el balance de enfrentamientos con el escocés. El actual número dos del mundo se ha impuesto en las dos últimas ocasiones en las que se ha topado con el tenista de Dunblane, que también salió derrotado del encuentro que protagonizaron en el Open de Australia de 2007. La situación ha cambiado mucho desde entonces.

Murray, que ha rendido a un gran nivel en Melbourne pese a su irregular inicio de curso con derrotas en la Copa Hopman y en la exhibición de Kooyong, disputa hoy sus primeros cuartos de final de un torneo del Grand Slam en el que espera confirmar su capacidad para codearse con el Big 3 formado por Federer, Nadal y Djokovic. A diferencia del escocés Nadal está curtido en situaciones de alta tensión, puesto que ha ganado doce de los catorce partidos de cuartos de final que ha disputado en torneos del Grand Slam. Además, el mallorquín puede alcanzar hoy el centenar de victorias en un grande, lo que da buena cuenta de la competitividad del balear en las citas más importantes.

El vigente campeón se ha convertido en el único representante de la Armada en los cuartos de final. Fernando Verdasco y Nicolás Almagro lucharon durante más de tres horas y media cada uno, forzaron el quinto set pero se quedaron a la orilla, varados frente al ruso Nikolay Davydenko y el francés Jo-Wilfried Tsonga, respectivamente. Mucho más plácidos resultaron los compromisos de Roger Federer y Novak Djokovic, que se verán con el ruso y el francés respectivamente tras dejar en la cuneta a Hewitt y Lukasz Kubot.

Fernando Verdasco cayó ante el incombustible Davydenko por 6-2, 7-5, 4-6, 6-7 (5) y 6-3, en tres horas y 57 minutos, y Almagro contra Tsonga, finalista en 2008, por por 6-3, 6-4, 4-6, 6-7 (6) y 9-7, después de tres horas y 33 minutos.

Los dos partidos fueron muy similares: los dos españoles remontaron los dos primeros sets, ganaron el cuarto en el desempate, cuando se encontraban a solo dos puntos de la derrota, y dejaron escapar la oportunidad de quebrar en el quinto parcial.

Para Verdasco su martirio fueron las dobles faltas, hasta 20, que concedió ante Davydenko. Demasiados regalos para el ruso, que ofreció dos imágenes durante el partido, incansable y batallador en algunos momentos, y perdido en otros. Verdasco lo tuvo en sus manos, cuando disfrutó de dos puntos de rotura en el primer juego del quinto set, pero los desaprovechó. El aire, o la falta de confianza le desarmaron entonces, y Davydenko que parecía hundido le rompió en el 4-2 para situarse en cuartos por cuarta vez. A Davydenko le aguarda ahora Roger Federer, que superó a Lleyton Hewitt por 6-2, 6-3 y 6-4 en su partido número 26 contra el último australiano en liza.

Por su parte, Nicolás Almagro fue capaz de forzar a Tsonga a su primer encuentro en cinco mangas, e incluso hacerle temblar remontando. Todo esto a pesar de sus dolores en la muñeca izquierda lesionada en Auckland que le impidieron jugar esas primeras mangas con tranquilidad.

El francés, muy agresivo y acercándose a la red, concretó su victoria en el décimo sexto, resolviendo el partido con una fácil volea de derecha. Y ahora se medirá con Djokovic, su verdugo en la final de 2008, que tuvo más fácil su acceso a cuartos, al derrotar al polaco Lukasz Kubot, 86 del mundo, por 6-1, 6-2 y 7-5.