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La selección española ha cerrado filas en torno a un modelo de fútbol, a un estilo que encandiló a propios y extraños, que le otorgó la Eurocopa 2008 y que ahora no va a cambiar en el Mundial de Sudáfrica por haber perdido en su debut ante Suiza.
Vicente del Bosque y todo el vestuario están muy disgustados por la inesperada derrota en Durban, que les obliga a dirimir dos finales ante Honduras y Chile. No hay margen de error. Pero tampoco encuentran motivos suficientes como para modificar el guión. El seleccionador español aseguró el jueves que no debían ni podían estar dando «bandazos» al juego del equipo español. Sería un error renunciar a todo aquello que ha encumbrado a la 'Roja'.
Xabi Alonso, uno de los 'cerebros' de la medular española, confirmó ayer viernes esta certeza. Si se presentaron con la vitola de favoritos por parte de la prensa mundial es por su estilo combinativo, de toque, de posesión del balón. Nada lo debe cambiar. Sería renunciar a su propia identidad. «No podemos cambiar nuestro estilo por un mal resultado», se apresuró a resaltar el centrocampista de Tolosa, en la misma línea que el seleccionador y el resto de compañeros. Los internacionales españoles saben que ante Suiza faltó quizá algo de dinamismo en las combinaciones, algo de precisión en el último pase y acierto en el remate. También entienden que hubo mala suerte en ataque y en defensa en el gol que materializó Gelson Fernandes.
La derrota ha convertido el futuro inmediato de España en dos exámenes finales ante Honduras y Chile. No existe otra palabra que no sea victoria. Todo lo que se aleje de este camino se traduce por eliminación.
Discurso
Atrás ha quedado, por ahora, el discurso sobre la dificultad del cruce de octavos. Si España queda segunda de grupo podría encontrarse con Brasil. En estos momentos la 'Roja' tan solo piensa, como no podía ser menos, en sacar adelante los dos encuentros de esta primera fase en pos de la clasificación. Y para añadidura, como aseguraron Xabi Alonso y el defensa del Barcelona Gerard Piqué, tan solo deben pensar en el partido del lunes frente a Honduras. El más allá no existe. Tan solo se fijan en el partido del estadio Ellis Park. Algunos integrantes del conjunto español, hasta siete, madrugaron para imbuirse del espíritu ganador de Pau Gasol y sus Lakers en el séptimo y último partido de la final de la NBA. El conjunto angelino pudo con los Celtics de Boston y el ala-pívot catalán ganó su segundo anillo con una actuación determinante. Gasol es, como Rafa Nadal, un referente para el deporte mundial y los componentes