Miquel Alzamora
Miquel Alzamora

Periodista de Deportes

No olviden de dónde venimos

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El jueves 10 de junio de 2010, es decir hace justo 15 años, Ultima Hora se hacía eco del paso que había dado el entonces presidente Mateu Alemany para salvar al Mallorca de la desaparición. «El juzgado de lo Mercantil acepta el concurso voluntario del Mallorca». Este martes, 10 de junio de 2025 el Mallorca es un club saneado económicamente, con un estadio sin pistas de atletismo (la gran demanda de la afición) y cerró el curso pasado luchando por Europa. Hace quince años la deuda del club ascendía a 80 millones, que el concurso redujo a la mitad. La fiesta de otros terminaron pagándola en gran parte Robert Sarver y Andy Kohlberg. Una propiedad mallorquina no fue la solución a un periodo de la historia del club donde bordeó la liquidación.

Recuerdo como si fuera hoy una reunión con un abogado discreto de Palma meses antes de presentar el Mallorca la solicitud de concurso. Su especialidad, delitos económicos. Debió ser allá por el mes de enero de 2010. Me enseñó una auditoría del club con la condición de que ni tomara apuntes ni fotografías, solo me la dejó consultar. «El Mallorca va a desaparecer», aseguró. No es viable para una empresa sostener una deuda de ochenta millones. «No exagero. O van a concurso ya o el club muere. La situación es la más crítica de la historia».

En ese momento hablar de la desaparición del Mallorca era algo imposible de asimilar, pero las semanas que siguieron a ese encuentro Alemany le dio la razón con los movimientos que llevó a cabo. Primero declaró el preconcurso y después instó al juzgado a que diera su ok para iniciar el proceso legal. Tal día como ayer eso sucedió y el club pudo empezar de cero, protegido por la vía judicial y entrando en una espiral de incertidumbre como nunca se ha vivido. El 14 de diciembre de 2011 se aprobó el convenio y se evitó la disolución del Real Mallorca, pese a que las impugnaciones no dejaron respirar tranquilo a nadie hasta bien entrado el siguiente año.

Llegó el descenso a Segunda, que ralentizó el proceso ya que, si bien estaba reflejado en el convenio, a nadie le pasaba por la mente bajar a la categoría de plata y de ahí a la de bronce. Pero así fue y ahí paso a jugar un papel fundamental Robert Sarver, que rescató al Mallorca poco antes de que se viera en la obligación de pagar de golpe diez millones de euros a Hacienda. En total, Sarver y el grupo inversor con Andy Kohlberg como principal apoyo y ahora máximo accionista y presidente, invirtieron en una primera fase 43 millones de euros desde su llegada al club en 2016 y hasta 2021. Se han equivocado y se seguirán equivocando, no son perfectos, pero guste o no su implicación económica ha sido clave para sobrevivir. Hay que seguir exigiendo, esto es fútbol, pero también hay que pararse de vez en cuando y no olvidar de dónde venimos y cómo estábamos hace quince años cuando jugamos con fuego.