Dos décadas del desembarco de Vicenç Grande en el Real Mallorca

El 8 de junio de 2005 el empresario mallorquín abría una etapa de 3 años y medio que empezó con altas expectativas y acabó con el club al borde del abismo deportivo y económico

Imagen de Grande y Alemany captada el 8 de junio de 2005, día en que el empresario se hizo con las riendas del Real Mallorca

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El miércoles 8 de junio de 2005 en las oficinas de Son Moix se percibía sensación de alivio. El 29 de mayo, es decir, apenas once días antes, el primer equipo del Real Mallorca había certificado la salvación más milagrosa que se recuerda en una carrera por la supervivencia con el Levante. La permanencia era un hecho y el club situó el punto de mira en la planificación de la próxima temporada. Sin embargo, lo que había que enderezar antes incluso que fichar y ajustar el equipo a las necesidades del próximo curso era algo de vital importancia para el devenir de la institución: Decidir quién tomaría el mando del consejo de administración.

La temporada que casi se desciende Mateu Alemany había asumido la presidencia de un consejo huérfano de su principal músculo económico, Bartolomé Cursach. El empresario el 21 de julio de 2004 abandonó el consejo de administración y las acciones quedaron muy divididas entre un conjunto de empresarios mallorquines y el Grupo Zeta, que mantenía el 20 %. Fue una campaña marcada por la provisionalidad ya que en esos momentos se requería de un potencial económico privado para salvar las maltrechas arcas del club. En ese consejo figuró por primera vez el nombre de Vicenç Grande, que ya se había implicado económicamente en la llamada «mallorquinización» del consejo y ocupaba un puesto de consejero.

De todos los que figuraban por aquel entonces en el grupo de consejeros un nombre destacaba sobre los demás, el de Grande, cuyo potencial económico y ambición social le hacían ser el mejor candidato a ocupar la silla de máximo accionista y presidente. Y así fue. El 8 de junio de 2005, con todos los documentos firmados, empezó la etapa del propietario del Grupo Drac, promotor y mecenas de deportistas y también de algunos clubes. Entre sus títulos más algunas acciones sindicadas y los que estaban en nombre de su hijo y su esposa, Grande pasó a controlar el 76% de los títulos y por lo tanto se convirtió en el propietario del club. La compra de las acciones de Miquel Dalmau, Ignasi Esteve y Vicenç Rotger, unidos a los que él ya controlaba, le situaron en esa posición de predominio. En ese instante empezó una etapa que fue una montaña rusa de emociones con momentos altos y bajos y que terminó de la peor manera. Posiblemente Grande se merecía otro final, pero el destino quiso que la crisis económica le obligara a instar concurso voluntario de acreedores de su principal empresa y a partir de ahí el club sufrió un daño colateral del que le costó mucho recomponerse. Pero los inicios fueron idílicos.

Temporada 2005/2006. Recibimiento, las torres y la primera crisis deportiva.

Grande, que empezó con una aportación de un millón de euros en el club apenas año y medio antes, se convirtió en el presidente trigésimo cuarto en la historia del club. Vicenç Grande asumía la presidencia, Mateu Alemany, seguía en el club como asesor deportivo y como «hombre clave en la transición»; Miquel Vaquer ocupaba la vicepresidencia; Alvaro Delgado pasó a ser el portavoz del club, mientras que Ramón Rosselló, subdirector general de Bancaja, se mantenía como asesor financiero. Esa calurosa tarde de junio los rostro sudorosos de los protagonistas enfundados en trajes, camisas y corbatas denotaban alivio, entre los que se habían desprendido de las acciones y de la carga del club, como por ejemplo Mateu Alemany, y cierto vértigo por lo que venía, como por ejemplo Vicenç Grande.

Porque esas horas donde los flases de las cámaras de los fotógrafos y los objetivos de los operadores de televisión no son las reales, son virtuales. Esas horas de abrazos de serpiente, de estrechar manos, de recibir felicitaciones y de sentirse ensalzado por el periodismo suelen durar lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks (Sabina). Los halagos y entrevistas dan paso pronto a la exigencia y de ahí a la crítica feroz va un paso muy pequeño.

Puñales por la espalda

No tardó mucho el presidente en conocer ese momento duro y en aprender que las palabras dichas hoy en caliente, son puñales afilados que regresan a máxima velocidad para clavarse el corazón. «Me dirigiré al entrenador cuando sea necesario porque como he dicho en reiteradas ocasiones, para mí es Dios». En ese momento no entraba en su cabeza que Dios, es decir Héctor Cúper, un 13 de febrero de 2006 arrojaría la toalla impotente antes los resultados y la deriva que había tomado el equipo. El argentino fue un magnífico entrenador cuando tuvo un magnífico equipo y cuando vio que no podía aportar soluciones abandonó. Fue honrado. Antes de eso, el 13 de junio de 2005 quien había presentado la dimisión de su cargo había sido el secretario técnico Pepe Bonet. El desgaste de tantos años en la institución y los cambios radicales que sufrió el club le habían hecho tomar la decisión.

"Lamento tener que comparecer en esta rueda de prensa para anunciar el adiós de Cúper", dijo el presidente bermellón el 14 de febrero de 2006. "He hablado con él y está muy afectado, y ojalá este sea el punto de partida para conseguir la permanencia. De Cúper tengo que destacar su profesionalidad, honradez y lo mucho que quiere al Mallorca y a la isla", explicó. "Tengo que decirles a los que están contentos con su marcha, que se va un hombre que quiere mucho al Mallorca. Ha sido un honor tenerlo como entrenador", dijo Grande, quien admitió que está viviendo "uno de los peores momentos de su vida en los ámbitos personal y profesional".

"Cúper aquí no ha sido justamente valorado. Se va un amigo, un ídolo, al que no olvidaremos fácilmente", indicó el presidente.

Y ese mismo día se confirmó la llegada de Gregorio Manzano que tenía quince partidos para obrar el milagro. Y lo logró. Cuando todo parecía de nuevo abocado al descenso a Segunda, el equipo reaccionó de la mano del técnico que había dirigido al Mallorca a la conquista de la Copa del Rey en Elche. Cúper lo dejó colista con 19 puntos y solo 4 victorias y 7 empates. Manzano rehabilitó al grupo y de los quince partidos que dirigió solo contabilizó tres derrotas. A falta de tres jornadas sumaba 40 puntos y el Alavés que marcaba el descenso 37. En la penúltima ya tenía la salvación atada y acabó con 43. Grande empezó a hablar de cambiar de estadio porque las pistas de atletismo eran un mal negocio y añadió que ese año finalizarían el curso con 8 millones de déficit. Pero esa temporada, concretamente en el mes de marzo, Grande se metió en un lío terrible con el anuncio de construir tres torres alrededor de Son Moix y además cubrir el campo. Evidentemente nada de eso sucedió. Meses después, en una entrevista con Ultima Hora, el entonces presidente hablaba de esa iniciativa.

VICENÇ GRANDE PRESENTA EL PROYECTO DEL NUEVO SON MOIX CON LAS TRES TORRES GIGANTES.
Grande ante la maqueta de Son Moix con las tres torres a su alrededor.

«No me gusta ese título porque el proyecto del nuevo campo de fútbol del Mallorca, que es el título que le daría, no necesariamente pasa por tener torres. Aprovecho para decir que la alcaldesa no es la culpable de que tengamos la pista de atletismo. La alcaldesa, la presidenta del Consell y el presidente del Govern tienen que encontrar una solución que sea buena para el Mallorca, para la ciudad y para todos. Si hay que poner el control necesario para que ninguno se piense que Vicenç Grande se beneficiará, adelante. Eso a veces es la excusa para no afrontar el problema y hay que afrontarlo. El primer objetivo, necesitamos un campo de fútbol. Que puede ser en Son Moix o en otro lugar...porque hay tres opciones: uno, hacer el proyecto en Son Moix; dos, en otro lugar; y tres, hacer un proyecto inmobiliario en otro lugar y arreglar Son Moix. ¿Y por qué no? Solicitaremos en qué parámetros, en qué zona, qué nos dejarían hacer y qué compensaciones habría que dar para la ciudad. A mí me encantaría que fuera una torre emblemática. No por una cabezonería mía, sino porque una torre, que puede ser un mirador, puede representar para el club de 6 a 10 millones de euros de ingresos», razonaba Grande.

«Por el hecho de subir al mirador, de alquilar o vender el nombre de la torre y de los souvenirs. Hay que entender que un club que tiene 22 millones y que piensa que en tres o cuatro años puede ingresar la mitad por el hecho de tener una torre, de los pisos que la ciudad considere que debe tener. Si no puede ser de 40, que sea de 35. Lo que no tiene sentido es que no nos dejen edificar una torre como mínimo de los mismos pisos que el edificio más alto de Ciutat», reflexionaba el entonces presidente y propietario del Real Mallorca.

«Nosotros tenemos que presentar el proyecto al Ajuntament, pero hay un factor, que queremos que nos conteste a unas preguntas. Y es que un anteproyecto de un arquitecto vale mucho dinero. Nos ha costado 7.000 euros la maqueta y las cuatro líneas que nos han hecho. Pero la tarifa de un anteproyecto es de 200 o 300 millones de pesetas. Y no puedo ser tan irresponsable de gastarme esa cantidad de dinero para que después resulte que a esta ciudad no le va bien. Lo que pido es que me digan en qué zona, qué alturas y cómo. Que estén dispuesto a aprobarnos. Y si es que no, que lo digan. Pero no puedo tirar un millón y medio de euros en un proyecto que no sirva para nada». El proyecto jamás se llevó a término. Sus sueños de grandeza no casaban con la realidad.

Temporada 2006/2007 Salvación en un curso sin sobresaltos

Tras la agónica primera temporada donde Grande entendió lo mucho que se sufre por conseguir la permanencia llegó una segunda con la intención de mejorar las prestaciones y evitar tanto sobresalto. Gregorio Manzano se consolidó en el vestuario y tomó el mando por completo, ya lo hizo la primera temporada, pero en la segunda y junto a Nando Pons, formarían la pareja que decidiría quién llegaba y quién se iba. También hubo algún momento para el lucimiento personal de Grande, que por ejemplo, ese segundo curso trajo a Maxi López, un futbolista muy caro y que estuvo por debajo de las expectativas. También llegaron de nuevo Caño Ibagaza y Diego Tristán como parte de ese Mallorca nostálgico y con la intención de rememorar tiempos pasados. Económicamente negoció la venta del nombre del estadio de Son Moix pasando a denominarse ONO Estadi, una denominación que no llegó a ser ni mucho menos popular y que pese a dejar dinero en caja, nadie en la Isla jamás se refería a él de esa manera. Tal vez desde el exterior, pero en Palma siempre ha sido Son Moix.

PALMA. FUTBOL. VICENÇ GRANDE Y GREGORIO MANZANO CHARLAN DURANTE UN ENTRENAMIENTO DEL REAL MALLORCA.
Grande y Manzano. Un asociación que llevó al equipo a mantener la categoría y casi a Europa.

Más allá de estas situación, en lo social Vicenç Grande se mostró cercano con los aficionados, movilizó de nuevo el ambiente peñista, se unió a todos ellos en celebraciones que mayoritariamente tenían lugar los lunes e intentó siempre tener contacto directo con los seguidores. No se escondía, incluso los días de partido además de bajar a la zona de vestuarios para saludar a los técnicos y jugadores, era frecuente verle en la zona de la grada departiendo con los aficionados. No fue nunca una persona altiva ni tampoco inaccesible ni para los seguidores ni para los medios, todo lo contrario. Ese año transcurrió más o menos bien, aunque las cosas cambiarían radicalmente meses después. Esa temporada, la 2006/2007 fue la última del Lluís Sitjar en funcionamiento. En junio, casi a final de curso, se disputó el último encuentro entre el Mallorca B y el Sabadell correspondiente a un partido de promoción.

Grande, así como hacía amistades, también tenía facilidad por labrarse algún que otro enemigo y la Asociación de Copropietarios del Lluís Sitjar fue uno de ellos. El presidente abandonó el viejo Es Fortí y al final ni reformó Son Moix, ni le dejaron hacer edificios verticales ni regresó al Sitjar. Ideas todas ellas que murieron con el paso de los meses en titulares de prensa. Nada más. Deportivamente el equipo selló la permanencia en la jornada 32 cuando ganó en Balaídos por cero goles a tres sumando 42 puntos. Tras los dos difíciles finales, la afición celebró poder llegar al término del curso sin ningún sobresalto. El equipo encadenaba un año más en Primera División.

Temporada 2007/2008 A las puertas de Europa y de la mayor crisis institucional

La tercera temporada de Vicenç Grande fue posiblemente la mejor de todas a nivel deportiva. Armó un equipo de un nivel superior y tuvo Europa a tiro hasta la última jornada. Dani Güiza fue el Pichichi de la Liga y se traspasó por 15 millones de euros, su cláusula de rescisión. La temporada empezó con el Ciutat de Palma y con una victoria de calidad ante el Bayern por tres goles a cero. Se consiguieron victorias de mucho brillo en el Bernabéu en Copa ante el Real Madrid y en Liga en Mestalla y el Nou Camp. El presidente renovó la confianza en Manzano al que amplió su contrato hasta 2010 y también se consiguió la mayor goleada de la historia con el siete a uno frente al Recreativo de Huelva. Esa plantilla dio lo mejor de sí y futbolistas importantes alcanzaban un nivel superior. Hombres como Moyà, Nunes, Fernando Navarro, Ibagaza, Varela, Jonás, Basinas, Güiza, Arango, Borja Valero, Pereyra, David Navarro, Trejo, Víctor Casadesús y Scaloni, entre otros, ofrecían una gran versión de su fútbol y por momentos el Mallorca llegó a ser un equipo temible.

El Mallorca de Grande pagaba bien y había dinero y talento en el campo, otra cosa es que poco a poco se fuera acumulando deuda, pero en esos momentos la situación institucional pasaba por una fase dulce ya que la entidad se había convertido de nuevo en un club presidencialista. Mandaba Grande, dirigía Manzano y fichaba Nando Pons. La situación era idílica para los tres. Los medios fundamentalmente se encargaban de narrar las hazañas deportivas y nadie tenía la más mínima idea en el periodismo deportivo de qué era un concurso de acreedores ni nada que se le pareciera.

Solo importaban los fichajes, los resultados, la ilusión por ir a Europa y cada verano la campaña de socios. La temporada terminó muy pronto ese año, a mediados de mayo, ya que se tenía que disputar la Eurocopa en el verano de 2008, un trofeo que terminó ganando España. Sin embargo, algo se estaba cociendo de puertas para adentro cuando la Liga tocó a su fin. El 14 de junio España jugaba el segundo partido del torneo europeo ganando a Suecia por un gol a dos. Dos días después, mientras los aficionados empezaban a ilusionarse con La Roja, una noticia de un impacto histórico convulsionaba las redacciones de los medios. Sucedió en la mañana del lunes 16 de junio de 2008.

El tsunami que lo cambió todo

Con las redacciones online de los periódicos en vías de desarrollarse de forma notable, la noticia cayó como una bomba. «Grande presenta la mayor suspensión de pagos de la historia de Balears. El promotor inmobiliario admite una deuda de 700 millones». Mallorca entraba en crisis, Grande entraba en crisis. El club entraba en situación inestable. Fue la tormenta perfecta de las malas noticias. El imperio del empresario se desvanecía por culpa de las deudas, muchas empresas se arruinaban y los aficionados del Mallorca se preguntaban qué sucedería con su club. De esta forma informaba de la noticia Ultima Hora.

«La 'crisis del ladrillo' ha pasado factura a Vicente Grande. Catorce de sus empresas adscritas al Grup Drac han presentado un concurso de acreedores voluntario (antigua suspensión de pagos) en el Decanato de los Juzgados de sa Gerreria para hacer frente a un pasivo de entre 600 y 700 millones de euros. El propio Grande, como persona física, se ha declarado en suspensión de pagos para negociar con sus acreedores, varias entidades bancarias, el pago fraccionado de la deuda.

El promotor inmobiliario sólo ha dejado al margen de la acción judicial al Real Mallorca, club del que posee el 93 por ciento de su capital social. La medida afecta a más de un centenar de trabajadores.

Lo que era un secreto a voces en Mallorca estalló ayer como una bomba de relojería. Los abogados de Grande, entre ellos Joan Font, que también le defiende en el 'caso Plan Territorial de Mallorca', abierto en el Juzgado de Instrucción 6 de Palma, llevaban varias semanas preparando el concurso de acreedores, y ayer, lunes, acudieron al Decanato de la sede judicial de sa Gerreria para ponerlo en marcha.

El expediente puede recaer en el Juzgado de lo Mercantil 1 ó 2, que procederán a designar a los administradores judiciales que se harán cargo de las empresas de Grande.

Ayer, asimismo, el propio empresario mallorquín reunió a sus trabajadores para comunicarles el alcance del proceso, que atribuyó «a la crisis inmobiliaria y residencial que actualmente atraviesa el mercado».

El Grup Drac fue fundado en 1995 con el eslogan «creamos ilusiones, promovemos realidades».

Asimismo, se presentaba como «un grupo empresarial con sede en las Illes Balears, líder en el sector de promoción inmobiliaria, con vocación patrimonial, gestionada en base a criterios de calidad y orientación al cliente, sensibilizados con el desarrollo sostenible y comprometidos en actividades culturales y deportivas de las citadas Islas».

Lo dicho, una bomba de dimensiones impredecibles asomaba como un tsunami en el tranquilo verano mallorquín. Por aquellos tiempos todavía no se hablaba de masificación y quien más quien menos tenía otros problemas. Pero ahora, el concurso de Grande, asomaba como una enorme losa sobre la economía de la Isla y suponía además romper con la armonía en el seno del club. ¿Qué sucederá con el Mallorca? ¿Cómo responderá la afición? Grande no tardó mucho en conocer la respuesta.

En el mes de agosto, con motivo de la presentación del primer equipo y dos meses después de instar a concurso de acreedores, se desató la guerra en Son Moix. Güiza se había vendido y esa misma noche, poco antes del partido, se filtró que se había traspasado a Borja Valero al West Bromwich Albion y que Nunes podría seguir el mismo camino. Eso y los daños colaterales de muchos aficionados con empresas a las que Drac les dejó a deber cantidades importantes de dinero, generaron un clima irrespirable la noche de la presentación del equipo de ese verano de 2008. Además Grande cometió un error de cálculo, presentar a un bufón como potencial comprador un mes antes de la presentación: Paul Davidson

PALMA. FUTBOL. VICENÇ GRANDE VENDE EL REAL MALLORCA AL INVERSOR INGLES PAUL DAVIDSON.
Grande y Davidson. El esperpento protagonizado por ambos es histórico.

El fontanero enciende Son Moix

El clima irrespirable que se vivió en la tarde noche del 14 de agosto de 2008 no fue gratuito. Desde junio, cuando Drac entró en concurso de acreedores la situación se volvió irrespirable. Pero lo que lo hizo todavía más difícil de soportar fue la presentación en sociedad de Paul Davidson el 21 de julio. A media tarde, el club publicaba una información en su página web en la que informaba del preacuerdo alcanzado entre el empresario inglés y Grande. Fue una sorpresa de enorme calado mediático y social. Un tipo inglés que venía a comprar el club por cuarenta millones y que además construiría una empresa de plásticos y que se hizo millonario instalando tuberías. Además, insertaría el escudo del Mallorca en las mismas.

Los medios informativos colaboramos directamente en el engaño movidos por el morbo y la singularidad del personaje en cuestión. Fueron muchos meses de esperpento, pero bastaron unas pocas semanas para que la afición viera que no era oro todo lo que relucía y apenas un mes después de ver a Davidson y de escucharlo, la hinchada dijo basta. La gota que colmó el vaso fue cuando en la misma noche del Ciutat de Palma se conoció la marcha de Borja Valero y la más que posible de Nunes. La grada explotó y cargó contra el presidente mientras este se dirigía caminando entre fuego y luces al centro del campo. El griterío era monumental.

PALMA - PRESENTACION DEL REAL MALLORCA PARA LA TEMPORADA 2008 - 2009.
Grande vivió un infierno en la presentación del equipo en 2008.

Manzano, el gran aliado de Grande, le dijo que estuviera tranquilo, a lo que el presidente contestó «estic ben tranquil» con el micrófono cerca de sus labios. Pero no era así. Grande no sabía disimular su intranquilidad o nerviosismo. La voz le temblaba y le costaba fijar la mirada y mantener un porte sereno. Se dio cuenta ahí mismo que su tiempo en el club estaba contado.

La tensión crece

Deportivamente ese año fue un desastre. De los primeros 19 partidos se ganaron solo tres y a la finalización de la primera vuelta el Mallorca era penúltimo con 14 puntos, uno más que el colista, Osasuna. El equipo rojillo se encontraba a seis puntos de la salvación. El descenso asomaba con fuerza. En el primer partido ante Osasuna en Son Moix, en la jornada dos, Grande no estuvo en el Palco. Todavía resonaba con fuerza lo sucedido en el Ciutat de Palma y prefirió no cargar más de presión al equipo. Durante las semanas que siguieron Davidson siguió mareado la perdiz hasta que finalmente desapareció del mapa. Ni 40 millones ni 4 céntimos. Todo fueron mentiras. El 12 de noviembre desapareció para no volver. Llegó incluso a especularse con que fuera un actor. A partir de ahí se habló de compradores rusos, árabes, ingleses…pero nada. Todo humo. Hasta que todo explotó un 7 de diciembre tras la derrota del Mallorca ante el Recreativo de Huelva por dos goles a tres.

Son Moix explota

La derrota frente al Recre supuso un punto de inflexión. Vicenç Grande había regresado al palco y tras la derrota Son Moix dirigió su ira hacia él en una imagen que todavía hoy se recuerda y que demuestra lo solo que llegó a estar el propietario. Gritos de «Mallorca sí, Grande no» «Grande dimisión y fuera de Son Moix» y «Grande vete ya» fue lo que más se escuchó. La situación fue degenerando hacia un punto de no retorno para Grande y los suyos en un proceso al que contribuyeron también los malos resultados que cosechaba el equipo sobre el terreno de juego. Hasta que todo estalló definitivamente esa tarde del 7 de diciembre de 2008, coincidiendo con una visita a Palma del Recreativo.

REAL MALLORCA - RECREATIVO DE HUELVA, PARTIDO DE LIGA EN EL ONO ESTADI
Tras el triunfo del Recreativo ante el Mallorca, Son Moix explotó contra Grande.

Los onubenses, con una victoria que dejaba al conjunto de Manzano contra las cuerdas, provocaron el estallido de una grada que despidió al dirigente con la mayor pañolada a la que ha asistido nunca Son Moix. Tras el encuentro, el constructor reunió con urgencia al consejo para trasladarle su intención de dimitir, aunque su condición de propietario le planteaba unos problemas de cara al relevo que ensuciaron aún más el escenario de la acción. Las descomposición era tal que el Mallorca precisaba una intervención quirúrgica.

Lo cierto es que Grande ya no volvió a presenciar ningún otro partido desde la zona noble como presidente. El 19 de diciembre oficializó su dimisión a través de una carta y Joaquín García, uno de sus más estrechos colaboradores, cogió el testigo de forma provisional. Eso sí, antes también hubo sitio para otra de las perlas de la época.

Concretamente, para el nombramiento fantasma de Joan Antoni Ramonell, quien tras disfrutar de unas horas de gloria fue vetado por los administradores concursales del Grup Drac. Otro esperpento. Grande se quería ir, pero no tanto. Quería estar fuera, pero dentro. Algo imposible. Mientras tanto el equipo seguía cayendo al pozo.

REAL CLUB DEPORTIVO MALLORCA-SEVILLA FÚTBOL CLUB
Joaquín García, levantando el pulgar, junto a José María del Nido.

Joaquín García no era el hombre ideal para llevar la transición hacia otro mandatario. Situar a gente tan cercana al propietario afectó a la operación de maquillaje. No era suficiente con que el máximo accionista pasara a un segundo plano, era necesario e imprescindible que vendiera para tratar de devolver las aguas a su cauce e intentar reconducir la situación deportiva para evitar el descenso a Segunda.

'Dimoni cucarell'

Joaquín García, por su parte, tampoco disfrutó demasiado de la presidencia. Ocupó su localidad en Son Moix durante la visitas a la Isla de Sevilla y Real Madrid y le cedió el asiento a Alemany, que se estrenó el 18 de enero de 2009 después de asegurarse una opción de compra por los títulos de Grande que ejecutó el 30 de junio durante un acto escenficado en la Notaría Herrán-Delgado. Escoltado por su hijo Víctor, Joaquín García y Biel Caimari, Grande, con algunos kilos de menos y algunas canas de más, subió al despacho para sellar el traspaso de poderes y expresar después su desacuerdo. «Siento que me han confiscado y expropiado el club. Parezco el dimoni cucarell, me echan la culpa hasta de la muerte de Manolete», argumentaba. La etapa de Vicenç Grande acababa de extinguirse.

Vicenç Grande y Mateu Alemany estrechan sus manos poco después de sellar la venta del Real Mallorca
El 19 de enero de 2009 el Mallorca pasó de nuevo a manos de Alemany.

Desde esa calurosa tarde del 8 de junio de 2005 a la tarde en la que se oficializó la venta del club el 30 de junio de 2009 pasaron tres años y medio, aunque desde enero también de 2009 el propietario estuvo apartado de la gestión y del día a día, que pasó a manos de Alemany. Deportivamente el equipo empezó a levantar cabeza y el abogado de Andratx consiguió hacer un paréntesis en la venta del club para centrar todos los esfuerzos en hablar única y exclusivamente de fútbol. El repunte del equipo fue tan espectacular que acabó noveno con 51 puntos.

A saber cómo habría terminado en caso de no producirse una de las mayores crisis institucionales de la historia. Pero no terminaron aquí los problemas de Grande ya que años después fue declarado culpable del concurso del Real Club Deportivo Mallorca junto a Martí Asensio. Sin embargo, Grande consiguió una rebaja sustancial de la cantidad que le fue impuesta. Seguramente el expropietario no merecía ese final y muy posiblemente de no entrar Drac en concurso la historia habría sido diferente. Pero esto no lo sabe nadie. Lo cierto es que a partir de la necesidad de Alemany de volver a activar una venta, el club entró en una crisis institucional infinita que solo se solucionó cuando a finales de 2015 Sarver se hizo con la mayoría de acciones. Pero esto es otra historia.