Miquel Alzamora
Miquel Alzamora

Periodista de Deportes

El alma de Santa Catalina

Toni Tacha rodeado de amigos: Higuera, Campoy, Siviero, Juanjo, Rado y Pep Calvo.

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La historia del Real Mallorca no empezó hace diez años con la llegada del grupo norteamericano, ni con las grandes ideas de marketing ni tampoco con las redes sociales. La historia del Mallorca empezó hace 109 años y cada aficionado, cada jugador, cada directivo y cada entrenador ha vivido una parte de esa misma historia. Y cada época ha tenido una importancia capital porque todos y cada uno de los directivos que han pisado Buenos Aires, el Lluís Sitjar y ahora Son Moix han conseguido algo fundamental, que este club sea indestructible. Desde Jaume Rosselló pasando por Miquel Contestí, Miquel Dalmau y Tomeu Beltrán hasta llegar a la actualidad.

El Mallorca quiere volver a ser grande, pero siempre lo ha sido, incluso en Tercera ha sido un club de una dimensión mediática, social y deportiva que ha ido mucho más allá de la categoría más baja que llegó a pisar hasta en tres etapas diferentes.

Anteriormente también tuvo años donde fue un grande de España. Y lo fue con un ramillete de exjugadores, algunos de ellos históricos y que se dieron cita el miércoles en el 70 aniversario de la Penya Arrabal. Hombres como Hassan Fadil, Antonio Orejuela, José Antonio Martín Trobbiani, Enrique Magdaleno, Gustavo Siviero, Toni Campoy, Chichi Soler, Juanjo, Stankovic, Julià Mir y el incombustible Toni Tacha. Si una figura representa los valores del Mallorca es el bueno de Toni. Un hombre de un corazón tan grande como el escudo al que quiere tanto como a su familia. Un gran mallorquinista. El alma de Santa Catalina.

Hay muchos ejemplos de su bondad. Contaré uno rápido. En diciembre de 1995, cuando Jovan Stankovic llegó a la Isla, lo hizo poco antes de Navidad y tenía que pasar las fiestas completamente solo en la habitación de un hotel. Toni no le conocía, pero se le partió el alma al saber que un nuevo jugador serbio tuviera que estar sin una familia sus primeros días en la Isla y en navidades. Lo invitó a su casa a pasar las fiestas tan señaladas junto a Josete, Rosita, y a su mujer Juana Mari. Jovan no se sintió solo ni un minuto. El miércoles recordaron ese instante. Stankovic no olvidó nunca ese gesto de bondad de Toni. Es un ejemplo, hay cientos como este. Así es Toni Tacha. Por eso le quiere tanto la gente. Porque es un hombre bueno. Un gran hombre. Es historia de este club.