Con la permanencia cerrada y jornadas por delante para replantearse los objetivos de la temporada, al Mallorca le ha entrado el vértigo y ha brillado muy por debajo de su nivel en los dos últimos encuentros disputados, frente al Valencia y al Celta de Vigo. Si bien durante la mayoría de la primera vuelta el equipo se mostró como un conjunto fiable alternando solidez atrás y efectividad delante, desde que arrancó de nuevo la temporada tras el parón navideño, el equipo ha exhibido más sombras que dudas.
Sin embargo, fue capaz de reponerse de una fase del curso muy mala entre Copa, Supercopa y Liga y poco a poco fue dando pasos hacia adelante hasta que en la jornada 28 y frente al Espanyol le alcanzó para abrazar los 40 puntos y conseguir sellar la permanencia.
El proyecto dio para conseguir el primer objetivo a falta de diez jornadas, todo un éxito si se tiene en consideración que la plantilla es muy justa y ha dado para lo que ha dado. El primer objetivo era la salvación, no había otro y el grupo se confeccionó para ello, aunque las mejores previsiones se cumplieron y se coronó la cota cuarenta mucho antes de lo previsto.
Ahora, con los deberes hechos, aparece las costuras cuando se trata de dar un paso adelante y empezar a meterse en la lucha por Europa ante las circunstancias favorables que se dan esta temporada y donde hasta el octavo puede clasificarse para la competición continental.
Y es ahí donde han surgido las dificultades para avanzar en la clasificación y consolidar la posición que ha ocupado prácticamente durante toda la temporada.
Ante el Valencia y el Celta no dio la talla como ha dado en otros encuentros y las lesiones han mermado el potencial del equipo. A partir de ahí el fondo de armario de este equipo está siendo demasiado justo para afrontar los partidos con capacidad para mandar y ser protagonista del juego. Ante el Celta dio para una primera parte digna, pero no para la segunda donde el equipo se partió y no fue ni la sombra de lo que había sido en el primer tiempo.
Ante el Celta, la lesión de Muriqi y la de Morlanes dejó al Mallorca muy tocado. Larin como en muchos partidos estuvo desacertado mientras que en la zona ancha, Asano acabó la gasolina y los cambios obligados no permitieron que el Mallorca pudiera tomar el control de la situación para evitar la remontada del Celta.
Cuando un entrenador no agota los cambios es una mala señal y normalmente es porque tiene una confianza muy justa o nula en la mayoría de efectivos que tiene junto a él. El primer contingente ha sido fiable, pero cuando la situación ha necesitado que el plan B tirara del carro no ha podido hacerlo, no al menos con la intensidad que se requiere para ganar partidos y sobre todo para resistir la presión y no bajar enteros en la zona intermedia.
Pese a la dos derrotas consecutivas, no todo está perdido, es más difícil, pero no imposible. En estos momentos la carrera la mantienen Celta, Real Sociedad, Rayo y el propio Mallorca y las distancias son mínimas, pero no se pueden perder más puntos.
Y quien deberá dar la cara tras comprobar el número de lesiones que se van encadenando, será parte del contingente B. Esta pasada jornada ninguno de los jugadores que entró desde el banquillo fue capaz de agitar el partido. Resta por conocer cómo evolucionarán esta semana Muriqi y Morlanes aunque tal vez no sea aconsejable arriesgar ni en uno ni en otro caso. Europa requiere de regresar a la senda de la fiabilidad y evitar las sombras en las que está inmerso. Volverá Raíllo y eso es también otra gran noticia.
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Si solo contaramos la 2 vuelta la clasificación por abajo estaría: 20 Valladolid 1 point...19 las palmas 4 point...18 Girona 6 point...17 Leganés 8 point...16 Mallorca 10 point....15 Osasuna 10 point....Un desastre de segunda vuelta y con números claros de descenso...Veremos dónde termina el real Mallorca