Muriqi se pone a cien

El kosovar suma 99 duelos en Primera con el Mallorca con unos registros goleadores similares a los de Samuel Eto’o

El delantero del Mallorca Vedat Muriqi celebra su gol contra Las Palmas | Foto: Cati Cladera

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Vedat Muriqi camina hacia los tres dígitos de partidos con el Real Mallorca en Primera con unos números de leyenda. El delantero kosovar, que salvo contratiempo inesperado disputará el lunes en el Sánchez Pizjuán de Sevilla su partido número 100 con la camiseta bermellona, cruzará esa puerta con una cifra de goles (33) que le sitúa muy cerca del mejor goleador histórico del grupo isleño en la máxima categoría: Samuel Eto’o.

El camerunés anotó 35 goles -solo dos más de los que suma ahora el punta de Prizrem- en sus primeros 99 partidos y dejó el récord en esos 54 tantos en 133 encuentros que no pudieron alcanzar ni Juan Arango (45 goles) ni Víctor Casadesús (37) y a los que podría dar caza El Pirata si cumple las dos temporadas que todavía le restan de contrato con el club balear.

Muriqi, que ha marcado en las dos últimas jornadas después de una racha de cinco partidos sin ver portería, parece que ha recuperado la puntería. El gol ante Osasuna y su doblete a Las Palmas han sacado al Mallorca del atolladero con cuatro puntos para calmar la ansiedad y seguir aspirando a cotas mayores que la permanencia.

El Pirata, que recaló en la Isla en el mercado de invierno de la temporada 2021-22 cedido por la Lazio, se ganó el cariño de la hinchada desde su estreno en la Liga ante el Cádiz. Aquella tarde, Muriqi no dudó en asumir la responsabilidad para coger el balón y lanzar el penalti que desembocó en un importante triunfo (2-1) que situaba a los isleños a cinco puntos de los gaditanos marcando la salvación.

El internacional kosovar marcó cinco goles aquella media campaña para ser el máximo goleador del equipo -junto a Salva Sevilla- y convertirse en una de las piezas claves de aquella agónica permanencia en el último suspiro. Muri marcó los goles de las victorias ante Atlético de Madrid y Alavés y colaboró con un tanto en aquel triunfo con sabor a salvación frente al Rayo que redondeó Abdón Prats en el descuento.

En la siguiente temporada - fichado ya en propiedad a cambio de 9 millones de euros en un verano movido y cuando tenía los dos pies en el Brujas - Javier Aguirre construyó el equipo en torno a él y Muriqi respondió a la presión. Fue uno de los mejores realizadores de la Liga con 15 goles, la mayoría de ellos determinantes para sumar puntos y para firmar una campaña extraordinaria. Clave en los empates en Elche, en casa ante el Espanyol, y en el José Zorrilla donde marcó el que de momento es su único hat-trick; y los de la victoria de nuevo ante el Atlético y frente al Valencia en Son Moix, donde ha anotado 18 (15 goles a domicilio) de sus goles en Primera División.

La pasada campaña le costó recuperar la forma después de una lesión con su selección que le apartó dos meses y medio de la dinámica de grupo. Marcó cuatro goles en las ocho primeras jornadas, pero después entre su paso por la enfermería y su irregularidad redujeron su medio de forma considerable para acabar con 7 tantos -otra vez el máximo goleador del equipo- pero con la sensación de haber perdido ese idilio con el gol.

Y en el presente campeonato, Vedat Muriqi también ha pasado por una travesía por el desierto, por un agujero negro, del que ha asomado la cabeza en la última semana. Arrancó el curso a lo grande con un cabezazo para empatar el gol de Rodrygo ante el Real Madrid de Mbappé... pero fue un espejismo. Dos meses después, un gol ante el Rayo selló una victoria en casa y después llegaron dos expulsiones casi consecutivas -una peineta en Las Palmas y un pisotón a Bryan Gil- que le tocaron la moral. Entre medias el tanto del honor ante el Barcelona y un par de suplencias, algo a lo que no estaba acostumbrado desde su llegada a la Isla.

Hasta que hace dos lunes, el pasado 10 de febrero, abrió la lata ante Osasuna desde el punto de penalti para quebrar su mala racha. Tras el encuentro, Vedat reconoció haberlo pasado mal por su rendimiento.

El pasado domingo, frente a Las Palmas, llegó el partido soñado. Marcó un doblete y acarició incluso el hat-trick para allanar el camino de la primera victoria del año en su partido 99 con el Mallorca en Primera. El lunes, en el estadio Sánchez Pizjuán, se convertirá en Centenario Muriqi.